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El Ejército egipcio ordenó el arresto domiciliario del ex presidente Hosni Mubarak

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Las fuerzas armadas ordenaron el arresto domiciliario del ex presidente egipcio, luego de que un tribunal de El Cairo dictó hoy la libertad provisional en un caso de corrupción contra el exgobernante que fue derrocado en 2011.

El Tribunal de Apelaciones de Delitos estimó que se agotaron las apelaciones presentadas por la Fiscalía para mantener en prisión a Mubarak, quien gobernó el país por más de 30 años y fue derrocado por una revuelta que inició un proceso democrático, abortado a su vez con el golpe de Estado al primer mandatario elegido por las urnas, el islamista Mohamed Mursi, detenido desde entonces.

Las autoridades judiciales consideraron que Mubarak debe ser excarcelado porque superó el plazo máximo para seguir en prisión preventiva, aceptando así el recurso de su defensa en el proceso abierto por haber recibido costosos regalos de parte de la editora de diarios estatal Al Ahram, valuados en unos 2,9 millones de euros, informó la agencia de noticias EFE.

Mubarak tiene aun cuatro procesos abiertos, tres por corrupción y  uno por su responsabilidad sobre la masacre de más de 800 manifestantes durante la revuelta de 2011.

Pese a todos estos procesos, la Justicia ordenó su libertad y en las próximas horas saldrá de prisión, en medio del clima politico egipcio más incierto desde su expulsión del poder en la llamada Primavera Arabe.

La decisión del tribunal conocida hoy es definitiva e inapelable, por lo que la Fiscalía ya descartó presentar una nueva apelación.

El Ejército, que apoyó a Mubarak durante tres décadas y lo dejó caer cuando estallaron las revueltas en 2011, pudo coartar la decisión de la Justicia porque desde hace una semana rige en Egipto un estado de emergencia, declarado después de que la represión policial causó una matanza que devino en una ola de violencia.

Sin embargo, el primer ministro de facto egipcio, Hazem al Beblawi, en su calidad de vicegobernador militar, emitió un decreto para que Mubarak sea puesto bajo arresto domiciliario «en el marco del estado de emergencia».

Un portavoz del Ministerio del Interior citado por EFE dijo que Mubarak aun no salió de la prisión de Tora en El Cairo y que los servicios penitenciarios están a la espera de una orden de la Fiscalía para permitir su partida.

Hace sólo dos días, otro tribunal de El Cairo ordenó la libertad provisional de Mubarak por otro caso de corrupción relacionado con el desvío de fondos públicos para construir y renovar sus mansiones particulares.

El ex mandatario afronta además, junto a sus dos hijos y al empresario fugado Husein Salem, cargos de enriquecimiento ilícito y daño premeditado a los fondos públicos relacionados con la venta de gas a Israel.

Sus dos hijos, Gamal y Alaa, y su ex primer ministro Habib el Adli, también están en prisión a la espera de ser juzgados en casos similares de corrupción.

En este contexto, Mubarak deberá comparecer ante la Justicia por no evitar la muerte de manifestantes durante las protestas que lo derrocaron y por las que ya fue condenado a cadena perpetua por complicidad de asesinato el año pasado.
En enero pasado un tribunal ordenó repetir el juicio.

Estas causas abiertas mantienen sus activos congelados e impiden a Mubarak viajar fuera de Egipto, explicaron fuentes de la Fiscalía a la agencia estatal MENA.

Si bien aun no se produjeron muchas reacciones por la confusión generada en torno a la noticia, el futuro de Mubarak volvió a sacudir a un país sumido en una profunda crisis que causó el golpe de Estado y la posterior ola de violencia, que ya causó más de mil muertos y miles de heridos.

Mubarak, de 85 años, estuvo en el poder desde 1981, tras el asesinato del presidente Anuar el Sadat en un atentado islamista, hasta que fue depuesto por un levantamiento popular liderado por amplios sectores de la sociedad egipcia que reclamaban un sistema político abierto, transparente e inclusivo.

Fue arrestado el 12 de abril de 2011 e inmediatamente después comenzaron sus juicios, en un país controlado entonces por militares que tomaron el poder y lo tutelaron hasta que se produjeron las primeras elecciones legislativas y presidenciales hace un año.

El brazo político de los Hermanos Musulmanes se impusieron en todos los comicios.

Durante sus décadas en el poder, Mubarak mantuvo la represión contra los Hermanos Musulmanes heredada de sus predecesores en la presidencia de Egipto, Gamal Abdel Naser y Anuar el Sadat.

Proscripta, la formación islámica se reforzó y se hizo muy organizada, para tomar las riendas del poder en los primeros meses de democracia del país árabe.

El gobierno de facto arrestó a decenas de islamistas, incluído al líder de los Hermanos Musulamenes, Mohamed Badia, y anoche detuvo a Murad Ali, portavoz del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de la organización.

Pese a la campaña de detenciones de responsables islamistas, ese grupo mantiene su presión para pedir la vuelta al poder de Mursi y convocó para el próximo viernes a una nueva jornada de protestas.

Mientras, los golpistas egipcios sostienen que están librando una lucha «contra el terrorismo» e insisten en avanzar con sus planes para instaurar la democracia mediante la reforma constitucional y elecciones presidenciales, aunque la represión y las detenciones indiscriminadas parecen arrojar más leña a la crisis.

Fuente: Télam