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El ajo en estado de alerta: peligra el 50% de la producción mendocina

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La economía regional presenta un panorama grave por los bajos precios internacionales, sumado al aumento de las retenciones y la baja de reintegros. Mendoza es la principal provincia productora de ajo, con más del 90% de la superficie cultivada de Argentina

El ajo es una hortaliza de gran importancia en Argentina, tanto desde el punto de vista social, por la mano de obra que ocupa, como por el económico. Aunque hoy atraviesa un momento complicado por los bajos  precios a nivel internacional, el «monomercado», el aumento de impuestos y la ausencia de financiamiento.

Argentina es el tercer exportador mundial de ajos. De acuerdo a datos del INTA y del Instituto de Desarrollo Rural (IDR), Mendoza es la principal provincia productora, con más del 90% de la superficie cultivada de Argentina (11.000 hectáreas).

Es un producto con un perfil netamente exportador ya que al mercado interno solo se destina el 15% de la producción. En este sentido, cabe mencionar que Argentina exporta más de USD 150 millones al año, con una generación de riqueza en valor bruto en toda la cadena de más de USD 250 millones. Es un importante generador de empleo y arraigo local. A nivel regional, en Cuyo, demanda más de 1.200.000 jornales temporarios y 5.000 puestos permanentes al año.

Hoy, como otras economías regionales, atraviesa un año que lo califican como grave. Si bien la suba del tipo de cambio ayuda más a los sectores exportadores, en situaciones como esta queda demostrado que la competitividad no depende solo de la suba del dólar. Al respecto, Infobae  consultó a Guillermo San Martín, productor y gerente de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos, Cebollas y Afines de la Provincia de Mendoza (ASOC.A.MEN), una entidad que agrupa a más de 500 productores de manera directa e indirecta de la provincia.

Las reglas de juego de China y Brasil

Señalan que el sector atraviesa un momento complicado por la baja de los precios a nivel internacional y un mercado concentrado

San Martín trazó un panorama complicado. Por un lado, detalló: «Los precios internacionales están muy bajos, y además hay un sobre stock en China, España, Brasil y Argentina, lo que acentúa la baja de precios. China es el principal productor y exportador mundial con 600.000 hectáreas cultivadas, y por lo tanto es el país que más influye en los precios a nivel mundial».

En segundo lugar, se refirió a que las exportaciones argentinas de ajo están concentradas (75%) en Brasil, y resaltó: «Por lo cual, los precios domésticos son los de Brasil. Esto agrava más la situación porque dependemos de un solo mercado, no estamos diversificados. Es un segundo factor que lleva a que tengamos que aceptar las reglas de juego del mercado internacional y después, las del mercado brasilero».

Frente a este escenario, al ser consultado sobre la apertura de otros mercados, explicó: «Se está trabajando, pero la negociación para abrir mercados lleva años, y estamos esperando el acuerdo Unión Europea-Mercosur porque es un buen escenario para el ajo, aunque no son soluciones de corto plazo». A su vez, reconoció que el Gobierno logró la apertura de Colombia y Singapur.

No obstante, San Martín, advirtió: «Este año va a perder toda la cadena. Se va a seguir exportando porque no se pueden perder plazas comerciales, dado que el lugar que deja un país lo ocupa otro, como por ejemplo, España». Según comentó, también han pedido que se mejore el acceso a México, y precisó: «Ingresamos con un arancel de 10% y un tratamiento fitosanitario previo, mientras que Chile ingresa sin arancel y sin ese tratamiento».

Nuevos condimentos: retenciones y reintegros

Por otro lado, a estos dos factores de índole internacional se suman las medidas económicas implementadas en agosto y septiembre de este año, que en temporadas anteriores no estaban, y profundizan el problema.

El sector de ajos ha sido alcanzado por la baja de los reintegros a las exportaciones de 4,05% a 1,25 %, y además, por los nuevos derechos de exportación de $4 por dólar exportado, con lo cual, la retención termina siendo del 12%.

Al respecto, el productor enfatizó: «Las retenciones y la disminución de los reintegros bajan aún más los precios de Argentina», y ejemplificó: «El actual precio que Brasil paga es de USD 12 los 10 kg de ajo comercial, y las retenciones bajan el precio a USD 10,45 por cada caja de 10 kg. A estos precios el sector estará quebrado». En esta línea, argumentó que «el sector que está completamente integrado no cubre sus costos. Por lo tanto, la situación no es grave, es gravísima».

Para el gerente de la Asociación, sin retenciones, posiblemente la temporada hubiese sido mala pero llevadera. En cambio, aseguró que «hoy, la situación es crítica».

En tanto, Mario Leiva, presidente de la Sociedad Rural del Valle de Uco, indicó: «Hay fincas abandonadas sobre todo en el sur de la provincia, y es un abandono doble, del productor que no puede seguir y, de los gobiernos, que no supieron implementar una política para retenerlos».

Piden derechos de exportación de $3 y financiamiento

Debido a que han confluido una gran cantidad de factores que hacen que la situación sea difícil, desde la Asociación han realizado una serie de pedidos a nivel regional y nacional.

En este sentido, San Martín precisó: «A nivel provincial hemos solicitado una línea de financiamiento de capital de trabajo, y estamos gestionando una línea para pequeños productores para que puedan invertir en sus fincas y colocar estructura de secado».

Mientras que a nivel nacional, señaló: «Canalizamos a través de la Cámara de Exportadores de Argentina y del Gobierno provincial un pedido al secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, de adecuación de las retenciones de manera urgente».

En relación a los motivos, desde la entidad piden una baja de retenciones para el ajo de $4 a $3, y argumentaron que se trata de un producto con valor agregado, mano de obra y capital intensivo. Al respecto, explicaron que «si bien el producto de exportación no es una manufactura, tiene un importante agregado de valor postcosecha del producto primario por lo que creemos que amerita considerar sus particularidades, el proceso post cosecha por el cuál atraviesa el ajo antes de ser exportado: secado, corte, selección, calibrado y empaque. Además, la producción de ajo implica mano de obra intensiva tanto en la etapa primaria, como en la de empaque». Según informaron, se reunirían con Etchevehere la primera semana de diciembre.

Por su parte, Leiva al referirse a las producciones en general, fue claro: «Es necesario que el Gobierno organice urgente una política agropecuaria para el interior del país». De cara al 2019, no tiene demasiadas expectativas, dado que expresó: «Será igual que hasta ahora. Lo único diferente es que va haber una lucha activa de los productores, porque se ha llegado al extremo de no poder seguir trabajando».

Fuente Infobae