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El acercamiento del cometa Borisov a la Tierra, un objeto de otro sistema solar que genera expectativa

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Tiene una cola de gas y polvo de casi 160.000 kilómetros de largo. Eso es aproximadamente 14 veces el diámetro de la Tierra.

La astronomía volvió a revolucionarse en estos días con una nueva imagen de un visitante interestalar que asombra a los científicos y está cada vez más cerca de la Tierra.

Los astrónomos de la Universidad de Yale, en Connecticut tomaron imágenes del cometa 2I/Borisov usando el Observatorio Keck en Hawai.

Lograron captar una nueva imagen que proporciona una visión más cercana del visitante interestelar que fue descubierto el 30 de agosto último por el astrónomo aficionado Gennadiy Borisov, en el observatorio de Margo, Nauchnyy, en Crimea utilizando su telescopio de 0,65 mm, transformándose en el segundo objeto fuera de nuestro Sistema Solar que es registrado, después de ‘Oumuamua’.

Según teorizan los investigadores, el cometa se ha formado en otro sistema solar y llegó al espacio interestelar debido a una colisión con un plantea en su sistema solar original. Pieter van Dokkum, Cheng-Han Hsieh, Shany Danieli, y Gregory Laughlin son los astrónomos que capturaron la imagen el pasado domingo 24 de noviembre.

«Borisov posee una cola de casi 160.000 kilómetros de largo. Eso es aproximadamente 14 veces el diámetro de la Tierra. Es alentador darse cuenta de lo pequeña que es nuestro planeta al lado de este visitante de otro sistema solar”, explicó van Dokkum.

Por otra parte, Laughlin indicó que el cometa se va evaporando a medida que se acerca más a la Tierra, expulsado así una cola de gas y polvo. Según el experto, el comenta podría alcanzar su aproximación más cercana al Sol a principios de diciembre, mientras que por la Tierra pasaría a finales de ese mes.

El astrónomo ha comunicado que, gracias a este descubrimiento, los investigadores están consiguiendo “descubrir información sobre planetas ajenos a nuestro sistema solar”, según informa Yale News.

En su seguimiento, el equipo que integra el experto ha revelado dos imágenes de este increíble hallazgo: una en la que aparece sólo el cometa 21/Borisov y otra en la que se muestra el cometa junto a la Tierra.

El análisis de la velocidad y trayectoria del objeto reveló que entró en nuestro sistema solar desde lejos. Los científicos consideran que el cometa se formó en un sistema conocido como Kruger 60, que se encuentra en la constelación de Cefeo, y que fue expulsado al espacio interestelar como consecuencia de una cuasi colisión con un planeta.

Cuando comenzó a reaccionar al efecto de calentamiento por su cercanía con el Sol, 2I/Borisov adquirió una apariencia “fantasmal”, destacaron los astrónomos.

Un cometa “fantasmal”

Si bien la cola de Borisov eclipsa su cuerpo, los investigadores piensan que el núcleo del cometa tiene solo 1,6 km (1 milla) de diámetro. Se trata del segundo intruso interestelar conocido después del misterioso cuerpo Oumuamua, que fue descubierto por primera vez en octubre de 2017.

En ese momento, los astrónomos no vieron Oumuamua hasta que ya había pasado la Tierra en su camino hacia el sistema solar exterior, lo que impidió generar un estudio más detallado del objeto y hasta se especuló en Harvard que sería una nave extraterrestre.

Pero, el cometa Borisov es un objetivo más amigable, ya que todavía se encuentra en el sistema solar, con el perihelio (aproximación más cercana al Sol y a la tierra) fechado para el 8 de diciembre. Esto generará la oportunidad de poder ser observado con más detalle por los grandes telescopios terrestres.

Borisov es la punta del iceberg

“Los astrónomos están aprovechando la visita de Borisov, utilizando telescopios como Keck para obtener información sobre los bloques de construcción de planetas en sistemas distintos al nuestro”, dijo el profesor de astronomía de Yale, Greg Laughlin.

Los aficionados también podrían observar a Borisov en las próximas semanas, aunque probablemente necesitarán un equipo bastante sofisticado para hacerlo. Para la comunidad internacional de astrónomos los cometas Oumuamua y Borisov son probablemente la punta del iceberg interestelar. Ellos piensan que existen muchos otros visitantes navegando el nuestro sistema solar sin ser detectados.

Fuente: Infobae