El gobierno de facto anunció el fracaso de la mediación internacional y reiteró que desalojará los campamentos de protestas islamistas, en medio de una nueva convocatoria de partidarios y detractores del golpe de Estado del 3 de julio pasado para tomar las calles esta noche.
«Hoy terminaron los esfuerzos diplomáticos para dar a la Hermandad Musulmana una oportunidad adecuada de renunciar a la violencia», informó la oficina del presidente de facto, Adly Mansour, en una escueta nota, citada por la agencia de noticias EFE.
En los últimos días, tres enviados estadounidenses -el subsecretario de Estado, William Burns, y los senadores republicanos, John McCain y Lindsey Graham-, dos de los más altos representantes de la diplomacia de la Unión Europea, y los cancilleres de Emiratos Arabes Unidos y Qatar visitaron El Cairo.
Todos, según sus propios relatos, intentaron acercar las posiciones del gobierno egipcio surgido del golpe de Estado que derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi, y de los grupos que reclaman en las calles la liberación y la vuelta al poder del presidente democráticamente electo.
Unas horas antes de que su oficina emitiera la nota oficial, el presidente de facto había adelantado su repudio a las declaraciones de ayer del senador McClain, a las que había calificado como una «injerencia inaceptable».
El conservador y belicoso senador republicano había pedido al gobierno golpista egipcio la liberación de los presos políticos, en su mayoría líderes islamistas, y el inicio de «un diálogo nacional que incluya a todas las fuerzas políticas para salir de la actual crisis».
Una vez decretado el fin de la mediación internacional, el gobierno egipcio actualizó su advertencia de desalojo contra los miles de islamistas, partidarios del presidente derrocado Mursi y detractores del golpe de Estado que hace más de un mes se manifiestan en todo el país y acampan en El Cairo.
En una declaración televisada, el primer ministro Hazem Beblawi aseguró que no habrá «marcha atrás» en la decisión de disolver los dos principales campamentos islamistas, en las plazas de Rabaa al-Adaweya y Al Nahda.
Pese a la advertencia, la Coalición para la Defensa de la Legitimidad, una coalición de grupos islamistas liderada por los Hermanos Musulmanes, el movimiento al que pertenece Mursi, prometió mantenerse en las calles y llamó a todos los detractores del golpe a manifestarse esta madrugada.
El rezo del amanecer de mañana jueves marcará el inicio de la festividad del Eid al Fitr, celebración que establece el fin del mes sagrado de Ramadán.
Por eso, el grupo Tamarrod (rebelión), el mismo movimiento civil de jóvenes que organizó las multitudinarias protestas que pedían la renuncia de Mursi en junio pasado y que celebró como propio el golpe de Estado, también convocó a ocupar las principales plazas del país.
Ya a la mañana, en la ciudad de Alejandría, marchas a favor y en contra del gobierno golpista habían resultado en nuevos enfrentamientos cerca de la mezquita Al Qaed Ibrahim, que dejaron un saldo de un muerto y cuatro heridos, según EFE.
Una fuente policial citada por la televisión egipcia, relató que los Hermanos Musulmanes organizaron la protesta tras una oración en el templo y los vecinos de la zona, molestos con la manifestación, salieron al choque.
Sin embargo, la Hermandad divulgó en su página web otra versión según la cual los baltaguiya (ex miembros del extinto Partido Nacional Democrático del ex presidente también derrocado Hosni Mubarak) irrumpieron anoche en la mezquita y atacaron a los fieles con fusiles de perdigones, y armas blancas y de fuego.
En tanto, en El Cairo las Fuerzas Armadas difundieron un breve video en el que reivindicaron los resultados de su ofensiva militar en la Península de Sinaí en el último mes para recuperar el control de esa zona, lindante con Israel: 60 «extremistas y terroristas» muertos, 64 heridos y 103 detenidos.
Fuente: Télam