> Calendario del Archivo de Noticias <

Efemérides: el 23 de diciembre de 1951 fallecía Enrique Santos Discépolo

WhatsApp
Facebook
Twitter
Imprimir

Actor, director, dramaturgo, compositor y cineasta. Su inclaudicable compromiso social lo llevó a apoyar la campaña electoral de Perón desde su programa radial: “¿A mí me la vas a contar?”, feroz retrato de “Mordisquito”, epítome de una clase social banal, regida por las apariencias y el lugar común. Su intervención le granjeó el odio y el desdén del sector social al que pertenecía, lo que lo sumió en una profunda amargura, acelerando su deterioro físico, hasta que su corazón ya no pudo más y dio el último adiós el 23 de diciembre de 1951. Fue autor de infinidad de tangos populares: Yira, yira, Malevaje, Cambalache, Cafetín de Buenos Aires, Desencanto, entre otros. Había nacido el 27 de marzo de 1901 en el barrio de Balvanera.

Otras Efemérides

2007

Julio Bocca se despide en la 9 de Julio

El más célebre y prestigioso bailarín argentino puso fin a su carrera como intérprete en un multitudinario espectáculo gratuito en la Avenida 9 de Julio, en la Ciudad de Buenos Aires. Bailarín de prestigio internacional. En 1990 creó su propia compañía, el Ballet Argentino. Actuó como artista invitado en el Royal Ballet de Londres, el Bolshoi de Moscú, el Kirov de Leningrado y Alla Scala de Milán, entre otros.

2013

La Justicia absolvió a los acusados por los sobornos en el Senado durante el gobierno de De la Rúa

El fallo absolvió a todos los acusados, pero lo sorprendente fue que el tribunal aseguró que los hechos no existieron. Los jueces afirmaron que las coimas a senadores para que aprobaran la reforma laboral, en abril de 2000, “no existieron” y que el ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto, cuyo testimonio fue base de la acusación, es un “embaucador” que ofreció un relato “inconsistente”, “inverosímil” y “autocontradictorio”.
El tribunal pidió que el Consejo de la Magistratura investigue al juez Daniel Rafecas porque consideró que actuó con “parcialidad”, cuestionó a la fiscalía de instrucción y del juicio, a la querella de la Oficina Anticorrupción, denunció al abogado de Pontaquarto, Hugo Wortman Jofre, y pidió que se abran causas por posibles delitos durante la investigación inicial. El TOF3 afirmó que lo que se probó es la inexistencia de los sobornos y lo hace con una enumeración de los sucesos centrales que componían la acusación, que define como sostenida en una “disparatada versión” que se relaciona con un texto anónimo que circuló en el Senado en agosto de 2000 y con el relato de Pontaquarto. El anónimo, sin embargo, fue descartado al inicio de las pruebas. Los jueces del Tribunal Oral Federal 3 (TOF3), desde su sentencia, dijeron que “No existió una reunión en la Casa Rosada con el objeto de acordar el pago de un soborno; no existió una reunión entre Fernando De Santibañes y Pontaquarto el 18 de abril de 2000 al mediodía para convenir la entrega de dinero; no es cierto que Pontaquarto concurriera a la Secretaría de Inteligencia ese día para retirar 5 millones de pesos; no es cierto que faltare esa suma de dinero de la entonces SIDE. No es cierto que Pontaquarto llevara y guardara en su casa esa suma entre el 19 y 26 de abril de 2000. Tampoco lo es que dejara ese dinero en una habitación del Hotel Howard Johnson durante la jornada del 26 de abril, para retirarlo luego de la sesión parlamentaria de ese día, ni que lo llevara al domicilio de Emilio Cantarero en horas de la noche, ni que hubiera entregado a José Genoud la suma de 700 mil pesos en la mañana del día siguiente, en el despacho que ocupara en el Senado de la Nación”. Ni Cantarero ni Genoud estuvieron en el juicio. El primero por padecer Alzheimer, el segundo por haberse suicidado.
“Es raro que tengamos una sentencia que absolvió a todos los que fueron encontrados culpables por dos instancias judiciales previas”, afirmaron los integrantes de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia.