Se acercan las elecciones generales en la provincia de Mendoza, tres frentes electorales se disputan la gobernación, tres fórmulas a gobernador y vice se pondrán a disposición de la voluntad del electorado mendocino. Ni por suerte ni por obra del destino, sino producto de la lucha y sangre de muchos, hoy podemos y tenemos la libertad de poder elegir a quienes van a gobernarnos.
Las Primarias, Simultáneas, Abiertas y Obligatorias dieron el puntapié inicial a esta contienda. La oposición prescindió de este recurso para dirimir sus diferencias internas, y tanto la izquierda (FIT) como la derecha (Frente Cambia Mendoza, UCR y aliados) decidieron llevar formulas únicas, por lo que sólo el Frente Para la Victoria hizo uso de las PASO. Los resultados estuvieron a la vista y lo que se suponía un triunfo aplastante de la derecha mendocina, no fue tal y hasta el momento los resultados están abiertos.
¿Qué se puede decir previo a una elección? Quizás que usted votante está ante un hecho demasiado importante como para tomárselo a la ligera, digo, de esta acción, la de votar, dependerá su presente y su futuro. Son las acciones de quien usted elija para gobernar, las que definen el bienestar o el malestar de una comunidad. Y definitivamente no es lo mismo uno que otro, ¿qué digo? Básicamente que las propuestas, aunque endulzadas en buenos colores y spots de campañas bien musicalizadas, en esencia no son las mismas.
Hay diferencias sustanciales, no es lo mismo aquel que propone ajustes bajo el discurso de “administración austera y eficiente”, que el que propone un desarrollo productivo vía inversión del Estado. No es lo mismo luchar contra la inseguridad vía mano dura, que luchar contra la inseguridad vía garantía de derechos y políticas a largo plazo. No es lo mismo que se piense en Mendoza integrada a la región y la Nación, que aislada y sin recursos nacionales…
Las elecciones se acercan y lo cierto es que se disputan modelos distintos de provincia, distintas formas de pensar y hacer la provincia, se disputan contenidos profundos sobre qué se quiere y para quién se quiere gobernar. El problema radica en que lejos de hacerse fácil la situación en cuanto a saber qué es lo que proponen unos y otros, la política parece estar gobernada por el colores y buenos slogan de campaña, de propuestas poco, de contenido nada y como si eso fuera poco, en vistas a lo que sucedió luego de las PASO, uno de los candidatos, producto de su ineficacia para comunicarse, parece haberse llamado al silencio.
Los debates sobre qué es lo que se va a hacer parecen haber caído en saco roto, no sólo porque estamos frente al silencio de uno de los candidatos, sino porque el resto tampoco se esfuerza en presentar propuestas claras y concretas por fuera de esos slogans.
La ciudadanía hoy está desprotegida en tanto no conoce a sus candidatos, digo, no los conoce como gobernantes. Quizás si revisamos las campañas podremos decir que son buenas personas, pero de lo que van a hacer en caso de gobernar nada. Sumado a esto, la cosa parece girar en una suerte de farándula “chimentera” donde desde los distintos sectores se acusan mutuamente, las redes sociales se encienden minuto a minuto rumbo a las elecciones y nadie parece quedarse afuera, ni siquiera la pulcritud de la izquierda ha permanecido ajena a esto.
El ajedrez electoral está en marcha, los alfiles están listos para defender a los distintos reyes y los peones parecieran haber sido cambiados por agentes de publicidad. Lo cierto es que estaremos, nuevamente, frente a la inevitable tradición (por suerte ya hecha tradición) de tener que elegir a quien gobierne nuestro destino. Sólo queda pedirles a los candidatos que se expresen correctamente sobre qué piensan hacer con esta querida provincia.
Prof. Rodrigo Hinojosa