“No se pueden predecir los temblores, ni tampoco hacer futurología”. En base a estas salvedades, referentes consultados en la provincia coincidieron en indicar que en los próximos dos meses podrían sentirse más réplicas de 5 a 7 grados en la escala de Richter, tomando como referencia otras experiencias. Los sismólogos sostienen esta posibilidad como consecuencia del desequilibrio de las placas y la descarga de energía terrestre ocasionada por el terremoto de 8,4 grados que se produjo el miércoles pasado en Chile.
“Los movimientos que sucedieron a continuación del principal temblor en el país vecino están dentro de los parámetros esperados. No podemos adelantarnos de ningún modo y decir qué sucederá. Desde nuestro lugar sólo podemos medir. No esperamos grandes cambios en las condiciones. Las réplicas más fuertes se irán presentando cada vez más lejanas en el tiempo y continuarán hasta un año más, con intensidades más bajas”, explicó Noemí Maldonado.
Esta mujer es la encargada de dirigir el Centro Regional de Desarrollos Tecnológicos para la Construcción, Sismología e Ingeniería Sísmica (Ceredetec), organismo perteneciente a la Universidad Tecnológica Nacional, que se hizo cargo en 2012 de seguir haciendo funcionar la antigua Estación Sismológica. La institución que dirige Maldonado cuenta con 12 aparatos distribuidos estratégicamente en distintos puntos de la provincia, con el objetivo de registrar la actividad telúrica local.
Miguel Castro, el conocido sismólogo jubilado que continúa haciendo mediciones con aparatos propios desde su casa, señaló que después de un sismo de tanta magnitud como el que se vivió la semana pasada, siempre se espera una importante cantidad de réplicas que no deberían asustar ni alarmar a la población.
“Este terremoto en Chile me recuerda a uno similar que ocurrió el 9 de julio de 1971. Tuvo parecidas características de lugar e intensidad y después, las réplicas se sintieron por meses. No se puede saber qué pasará con exactitud, porque no se puede asegurar cuánta es la energía que falta liberarse del interior de la tierra, pero es probable que dos meses más sigamos sintiendo sacudidas de hasta 7 grados”, especificó Castro.
Víctor Luraghi, científico y ex empleado de la Estación Sismológica, llegó a la misma conclusión que sus colegas. Cuenta, a partir de la experiencia adquirida en 40 años de servicio y de la lectura de los informes del Instituto Nacional de Prevención Sísmica, que seguirán con mayor intensidad durante dos meses las réplicas y que irán decreciendo. Según sus cálculos, en una semana, sólo alcanzamos a percibir 20 movimientos de los cientos registrados, que oscilaron entre los 5 y 6 grados.
Fuente: Diario Uno