Se trata de Nancy Kloster, de 50 años, y de Victoria Méndez, de 74.
La Dirección de Adultos Mayores del Gobierno de la Provincia realizó el ya tradicional concurso “La Receta de Mi Abuela”, que busca revalorizar la historia y la tradición de nuestras generaciones anteriores, -desde la gastronomía o el arte culinario- para traspasarlas a las generaciones del futuro.
Por ello, y entendiendo lo valioso de esta propuesta, el Área de Adultos Mayores del Municipio de Tupungato decidió participar por primera vez convocando a abuelos y personas interesadas en vivir esta experiencia.
En la etapa final del concurso 50 recetas fueron seleccionadas, de las cuales dos de ellas fueron de mujeres tupungatinas: Nancy Kloster y Victoria Méndez.
El evento se realizó el 3 de agosto, en el Estadio “Vicente Polimeni”, donde los presentes pudieron disfrutar de cocina en vivo y otras actividades, compartiendo un día diferente y especial.
Las ganadoras
Nancy (50 años), preparó una receta de su abuela, conocida comúnmente como “Torta Rusa”.
“Desde chica, cuando la abuela estaba haciendo las tortas, estaba ahí al lado tratando de ayudar y así compartíamos ese momento en hacerla, ya después paso a mi familia, a mi mamá y así nosotros lo estamos haciendo hoy” comentaba Nancy en cuanto a la receta que presentó, con más de 100 años de historia dentro de su familia.
Por su parte Victoria (74 años), también presentó una receta de su abuela, “Tabletas Mendocinas” y contó: “Recordé mi niñez cuando mi abuela preparaba esas tabletas y bizcochos, nos juntábamos todos en la casa de ella y nos hacía chocolate, así que dije yo, son esas tabletas que voy a mandar para la receta y me puse a escribirla”, y agregó que el ingrediente especial para hacer una comida rica, es el amor y el cariño.
Estas dos tupungatinas tuvieron el desafío y la oportunidad de realizar sus recetas en vivo, acompañadas de estudiantes de gastronomía y ganando un viaje a la Provincia de Buenos Aires; pero lo más importante es que una de las raíces de su vida, de su historia, serán publicadas y compartidas en formato impreso en un libro de recetas, abriendo un nuevo camino que mantendrá vigente la historia de su niñez y sus familias.
Vale destacar que en el relato de ambas, la nostalgia, el amor y el orgullo estuvieron presentes en cada palabra, y aseguran que están felices de poder compartir sus recetas con otras personas.