Irrigación realizó un estudio para la temporada 2017/18.
Este martes se llevó a cabo la presentación del Pronóstico de Escurrimiento 2017-2018, a cargo de especialistas del Departamento de Irrigación de Mendoza y de provincias vecinas.
La apertura estuvo a cargo del Superintendente, Sergio Marinelli, e inmediatamente se procedió a la exposición de los disertantes invitados. En primer lugar, el ing. Lucio Mercado informó sobre el pronóstico de escurrimiento de la provincia de San Juan. A continuación el ing. Hugo Cinca, de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación hizo lo propio con una proyección a partir de una óptica relacionada con las políticas hídricas nacionales. Posteriormente, el ing. Rubén Villodas, Director de Gestión Hídrica de Irrigación de la provincia, difundió el pronóstico de Mendoza.
De esta manera, el estudio dio como resultado: , río Tunuyán: 58% (seco), río Mendoza: 71% del derrame medio histórico (pobre), río Diamante: 72% (pobre), río Atuel: 77% (pobre), río Malargüe: 53% (seco)
y río Grande: 67% (pobre).
Sobre el pronóstico
Nuestros ríos tienen un régimen termo nival, es decir que dependen de la precipitación de agua en forma sólida en alta cordillera. Durante el verano con la temperatura, esta se funde y así se originan los caudales en los ríos. El Departamento General de Irrigación, a través del Departamento de Hidrología, elabora el pronóstico de escurrimiento de los ríos de Mendoza, para determinar el agua que va a escurrir y de la cual se va a disponer para los distintos usos.
El pronóstico se realiza durante el mes de octubre de cada año. El análisis permite pronosticar con suficiente antelación y con un grado adecuado de precisión, el derrame anual que se extiende desde el 1° de octubre de un año hasta el 30 de septiembre del siguiente. La importancia de este pronóstico está directamente relacionada con el cronograma anual de erogaciones que se realiza para el sistema hídrico de Mendoza y con el manejo de los embalses para la provisión de agua para riego, energía y consumo, entre otros usos.
Para cada uno de los grandes ríos de la provincia y en función de las mediciones provistas por telemetría y datos de la Subsecretaría De Recursos Hídricos de la Nación, se realiza un pronóstico de escurrimientos, atendiendo al contenido de agua de la cubierta nevada (EAN) a fines del periodo invernal, antes que comience la fusión, y diversos indicadores del estado de las cuencas actual y condiciones pasadas. Como Mendoza es un desierto y solo el 4% de sus tierras está irrigada el cuidado del agua es fundamenta, por lo tanto, históricamente, Irrigación le ha dedicado especial atención a la medición y hoy podemos hablar de series históricas de al menos cien años.