La especialista local Patricia Chalabe explica cómo se debe realmente combatir esta enfermedad. Según la doctora regional, lo más importante para la prevención y el tratamiento de la enfermedad, pasa por la actitud con la que cada persona enfrenta la Diabetes en el día a día.
Hoy, 14 de noviembre, conmemoramos el Día Mundial de la Diabetes, enfermedad que afecta a más de 350 millones de personas en todo el mundo. La fecha, establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hace referencia al descubrimiento y aplicación de la insulina, lo que marcó un antes y un después en el tratamiento y la evolución de esta enfermedad.
A partir de principios del siglo pasado y hasta nuestros días han habido avances extraordinarios en el conocimiento de la Diabetes y progresos impensados en cuanto a disponibilidad de elementos diagnósticos, de control y tratamiento, sobre todo aportados por la industria farmacéutica y la tecnología. Sin embargo, la Diabetes no sólo no se detuvo sino que ha crecido y seguirá creciendo con un aumento alarmante a mundial y sobre todo en los países en vías de desarrollo.
Desde nuestro punto de vista, entonces, para combatir realmente la enfermedad (sea la Diabetes o cualquier otra patología crónica) necesitamos ampliar nuestra forma de ver el problema y la solución. Esto quiere decir que confiar sólo en los avances científicos nos limita fuertemente en la prevención y el tratamiento de la enfermedad, ya que lo más importante pasa por la actitud con la que cada persona enfrenta la Diabetes en el día a día. Entender esto nos da la posibilidad de desarrollar un compromiso personal tendiente a adquirir hábitos saludables de vida, es decir empoderarnos del tratamiento.
La clave fundamental para empoderarse del tratamiento está en comprender que la enfermedad siempre es portadora de un mensaje, de un importante mensaje que es necesario escuchar. Llegar a comprender este mensaje nos permitirá conducirnos hacia un cambio de conciencia necesario para enfrentar las enfermedades de forma más eficaz e integral. Quien tiene Diabetes debería preguntarse qué cosas pasaron en su historia biográfica para desarrollar esta enfermedad, desde la experiencia emocional hasta la forma de alimentarse, de descansar, de usar el tiempo libre, etc. Partiendo de allí seremos capaces de realizar cambios de vida imprescindibles.
Actualmente, resulta claro que un tratamiento medicamentoso no es suficiente para controlar el problema, sino que es sólo una parte de la solución. La otra parte, basada en la disposición a realizar nuevos aprendizajes y también a abrir la posibilidad a cambios de estilo de vida, es la que nos falta desarrollar hoy. A nadie se le ocurriría manejar un vehículo sin haber aprendido previamente la técnica de manejo. Lo mismo ocurre con la Diabetes: para llegar al final del camino sin accidentes, deberé adquirir los conocimiento adecuados y realizar la maniobras correctas, ya que la posibilidad de controlar lo que suceda a futuro, dependerá de las decisiones que a diario se tomen al respecto.
Una fuerte adherencia a una alimentación saludable, mantenerse físicamente activo, vigilar los niveles de glucosa en sangre (monitoreo glucémico), controlar el estrés cotidiano, atender los aspectos emocionales, y mantener el tratamiento medicamentoso. Todo esto apoyado en la Educación Diabetológica, en la reflexión y el aprendizaje individual, y en la búsqueda personalizada de información confiable que nos darán las herramientas para recuperar el equilibrio perdido. La enfermedad, desde este punto de vista, es el mensaje que nos permitirá retomar el camino del equilibrio.
Por Dra. Patricia Chalabe
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