El 17 de abril ha sido declarado Día Internacional de la Lucha Campesina como homenaje a los 19 campesinos del Movimiento Sin Tierra asesinados por la Policía brasileña durante una acción de movilización para acceder a la tierra. En total, 19 campesinos fueron asesinados, 69 sufrieron diversas mutilaciones y cientos fueron heridos. De entre las víctimas, al menos 10 fueron ejecutados extrajudicialmente después de que se rindieran. El mismo día, mientras tales trágicos hechos sucedían, La Vía Campesina celebraba su Segunda Conferencia Internacional en Tlaxcala, México. Campesinos, mujeres y hombres de todo el mundo, declararon esa fecha «Día Internacional de la Lucha Campesina».
Un año más tarde, el 17 de Abril de 1997, en Cochabamba, Bolivia, 5 compañeros cocaleros entre ellos un niño y una mujer, fueron masacrados, por llevar 3 meses ya de vigilia en busca de los derechos de la Madre Tierra, y el cultivo soberano de la hoja de coca.
Estas historias se repiten en todo el mundo, pero muchas de ellas son invisibilizadas por los intereses del capital. En este sentido, el 17 de Abril, no es un día de fiesta, todo lo contrario es un día de movilización, de lucha y resistencia campesina en todo el mundo.
Las familias rurales pobres representan un 75% de la población mundial que sufre hambre endémica. La liberalización de la agricultura ha aumentado la violación de los derechos de los campesinos, los cuales se ven forzados a producir para la exportación y a entrar en un modelo de producción industrial. Mientras, un puñado de grandes empresas transnacionales se han hecho con el control de la producción y la comercialización de alimentos (desde la producción de semillas hasta las grandes cadenas de supermercados), lo que lleva al desmantelamiento de la agricultura campesina.
En el 2011, 15 años más tarde, la lucha por el reconocimiento de sus derechos sigue siendo una prioridad para los diferentes movimientos y organizaciones de campesinos y campesinas en Latino América. Por todo ello, las organizaciones de campesinos, indígenas y trabajadores rurales de todo el mundo se movilizan, se expresan e invitan a las organizaciones sociales y populares a manifestarse también en esta jornada contra el modelo agropecuario de las grandes corporaciones económicas y de los organismos internacionales de comercio y finanzas (FMI, OMC, Banco Mundial) y a favor de un desarrollo rural con campesinos, con comunidades indígenas, con yungas, montes y biodiversidad.