Para algunos periodistas todo es bueno para el amarillismo y el sensacionalismo, incluso en los momentos cuando se debe instar a la calma.
Pareciera que solo se trata de generar impacto, de ver la noticia como una mera mercancía, la cual tiene que ser, por lo menos apocalíptica, para que venda.
Mientras un medio provincial en su portada colocaba como título principal “Terremoto en Mendoza”, otro local anunciaba que se “derrumbaba” una casa en Tunuyán, y “el tsunami que se sintió en Tunuyán” (sic).
La verdad es que fue un fuerte sismo, que todos nos asustamos, que hubo alarma y que todos estuvimos alerta por lo menos por unas horas. Pero el accionar de algunos medios y periodistas, consecuente con la misma lógica con la que se trabajan diariamente noticias políticas y policiales (con mucha sangre, morbo y poco interés de construcción social), fue no solo lamentable, sino también merecedor de cuestionamiento.
Cuando lo más sensato era transmitir calma y algunas recomendaciones, muchos se esforzaron por agrandar la situación, con sensacionalismo, mal tino, e incluso, informaciones poco precisas o incorrectas. Una vez más, parte del periodismo mostró la hilacha, buscando la chirola sensacionalista y olvidando la premisa no solo periodística, sino básicamente ética y humana, de aportar y colaborar con la comunidad en la cual está inserto.
Por Paula Hinojosa
2 comentarios
Estoy extasiado.. lo veo y no lo creo, alguien que escribio y le publicaron el comentario..
Pense que moriria sin ver algo asi… bueno ya somos dos, lastima que mis comentarios no les gusta.
No van a poner nada de la anulacion del voto en tucuman? Un acontecimiento historico en el pais.
Coincido con Paula..asimismo me parece q tendriamos q tomar conciencia q vivimos zona sismica…hay q aprender actuar rapido pero tranquilos.. aunque asuste o te ponga nervioso
Los comentarios están cerrados.