El Ministerio de Salud gastó sólo el 59% de lo asignado. Múltiples asociaciones médicas alertan por los riesgos para los enfermos.
La Sociedad Argentina de Infectología (SADI) fue la primera en advertirle al ministro de Salud, Jorge Lemus, y al director de Epidemiología, Jorge San Juan, que el país está en serios problemas con la provisión de drogas de primera línea para el tratamiento de la tuberculosis. Luego, la Sociedad Argentina de Hematología envió otra comunicación al titular de la Anmat, Carlos Chiale, en la que expresaba su preocupación por la falta de drogas oncológicas corrientes, «muchas de ellas de bajo costo».
Según publica La Nación, en el Ministerio de Salud trascendió una carta interna en la que se advierte al equipo del plan de Cobertura Universal de Salud Medicamentos (CUS Medicamentos, ex Plan Remediar) que según «la proyección actualizada de stock para el 20 de febrero», el programa no contaba con 27 de los 68 medicamentos del vademécum, que incluye antidiabéticos orales, antihipertensivos, broncodilatadores, antiparkinsonianos y otros fármacos esenciales que se distribuyen entre alrededor de 15 millones de personas sin obra social ni prepaga. Los profesionales que dieron la alerta días más tarde fueron despedidos.
Asimismo, la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (Anlap) se reunió con directivos del Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) y allí habrían informado sobre la intención de no dar continuidad al programa de distribución gratuita de medicamentos.
«Lo que afirma la SADI es cierto desde octubre del año pasado. Estos medicamentos [contra la tuberculosis] ya no están en las farmacias, porque tienen provisión gratuita desde hace años. Las provincias se encontraron con que el Estado dejó de proveerlos y no hay dónde comprarlos», afirmó Ginés González García, ex ministro de Salud y creador del programa Remediar, según reconstruyó Política Argentina.
El Instituto de Tisioneumonología Raúl F. Vaccarezza, de la UBA, indicó que desde principios de 2016 recibe consultas por falta de pirazinamida, rifampicina e isoniazida, y también los inyectables estreptomicina, kanamicina y amikacina. Aunque el ministerio de Salud indicó que se firmó un convenio con la Productora Zonal de Medicamentos de Río Negro, que proveerá al Estado nacional 4.229.200 dosis de antituberculosos, éstas sólo comenzarían a estar disponibles en los próximos meses. Pero la suspensión del tratamiento entraña un riesgo para los pacientes, ya que el bacilo puede volverse resistente a las drogas y ellos, a transmitir la enfermedad.
Personal técnico del ministerio que pidió no ser identificado destacó que en estos casos se impone una compra de emergencia para agilizar la provisión, pero no se hizo. Le atribuyen las interrupciones en el plan CUS Medicamentos al retraso de licitaciones en 2015 y 2016, en el último caso debido a repetidos errores en la formulación de los pliegos.
De acuerdo con información del propio ministerio, en 2016 se entregaron 155.000 botiquines y 29 millones de tratamientos, lo que representa una reducción del 8% en la cantidad de botiquines y del 27% en la de tratamientos. Las provincias que más recortes sufrieron fueron La Rioja, Jujuy, Misiones, Chaco y Santiago del Estero.
Los remedios enviados por el Ministerio de Salud de la Nación están destinados a 7.934 centros de salud de todo el país. Además, se distribuyen preservativos, dispositivos intrauterinos (DIU) y anticonceptivos. Pero un análisis del Instituto Isalud realizado sobre la base de datos públicos del Ministerio de Economía y del Sitio del Ciudadano, identificó varias áreas de subejecución en el presupuesto de salud. Este trabajo indica que durante 2016 (excluyendo organismos descentralizados y la atención a beneficiarios de pensiones no contributivas) el ministerio pagó solamente el 59% de lo que originalmente se le había asignado en la ley de presupuesto.
Fuente: El destape