La Reeducación Postural Global, denominada RPG, es creada por el Fisioterapeuta Francés Philippe Souchard. Es un método científico de evaluación, diagnóstico y tratamiento de patologías que afectan al sistema músculoesquelético. Busca mejorar la postura y devolver un estado de equilibrio que permita distribuir mejor las fuerzas que afectan a los músculos y a las articulaciones, normalizando las tensiones del sistema miofascial, devolviendo la flexibilidad a los tejidos, con lo cual se reduce el impacto negativo que las fuerzas mal repartidas tienen sobre la salud de dichas estructuras. Es una herramienta para la corrección de las deformidades, control de compensaciones y eliminar el dolor.
El tratamiento consta de posturas de trabajo global, activas y progresivas que el paciente realiza con la asistencia permanente del terapeuta. Por medio de las correcciones que se realizan durante la sesión, se pueden ir modificando progresivamente las alteraciones en la organización corporal que presenta cada persona. Las sesiones de R.P.G duran aproximadamente cincuenta minutos y el tratamiento se realiza en sesión individual. Si la lesión o disfunción no es grave, una sesión semanal será suficiente, si no, se recomienda entre 2 o 3 sesiones semanales. Cualquier persona puede ser tratada con R.P.G., desde los 7 años de edad hasta la tercera edad ya que se trata de un método suave y progresivo.
Este tratamiento está indicado para: alteraciones de la columna vertebral: escoliosis, hiperlordosis, hipercifosis, rectificaciones; para patologías dolorosas como cervicalgia, dorsalgia, lumbalgia, ciática y alteraciones sacrolíacas. También se indica en rigidez y dolor articular (artrosis, reuma, espondilitis), contracturas, cansancio y calambres musculares (hipertonía muscular, stress); acortamiento de las cadenas musculares y recuperación de su elasticidad; alteraciones de miembro inferior (pies cavos y planos, hallus valgus, rodillas valgas y varas); alteraciones de la biomecánica de la respiración (bloqueo inspiratorio, pecho hundido); alteraciones del miembro superior (adormecimiento, hormigueos, hombro congelado, escápulas latas, hombros elevados); cefaleas, vértigos, tortícolis de origen mecánico.