Cámaras y asociaciones que agrupan a supermercados de proximidad y quioscos no aceptan las comisiones que deben pagar.
Hace dos días que rige la obligatoriedad de aceptar tarjetas de débito como forma de pago en comercios y ya hay pedidos de reuniones con el Gobierno e incluso una posible convocatoria a una marcha. Es que supermercados chicos, almacenes y quioscos se quejan de las comisiones que deben abonar por esas operaciones, lo que los dejaría sin ganancias o directamente con pérdidas ante la venta de ciertos productos de escaso margen, como pueden ser los cigarrillos, un sachet de leche o la carga de la tarjeta SUBE. Además, reclaman que la instalación de la terminal POS sea gratuita indefinidamente y no sólo por dos años, como rige ahora. Por otro lado, la Asociación de Supermercados Unidos y la Cámara Argentina de Comercio celebraron la medida porque creen que ayudará a reducir la informalidad.
Este no es el peor caso, según destacan, sino que si alguien quisiera cargar con débito la SUBE -lo que a los quiosqueros les reporta una ganancia aproximada del 1%- directamente perderían dinero. Lo mismo si alguien quisiera pagar los cigarrillos con Mercado Pago, cuya comisión por el pago con débito es de 3%.
Sin embargo, Calvete dice que a esto se agrega el efecto en cascada sobre la cadena de valor del impuesto a los Ingresos Brutos, del 5 al 8% del producto final dependiendo de la provincia. «Hay que ver cuál es la rentabilidad del comercio de proximidad. Si cargan la SUBE, pierden dinero, lo mismo si venden con débito o crédito un sachet de leche, con una rentabilidad de dos puntos. Deberían exceptuarse los bienes de la canasta básica, subir la compra mínima con débito a $200 y llevar las comisiones por compras con débito a 0% y las de crédito a 1,5%», opinó.
Apoyos
Por su parte, Juan Vasco Martínez, director de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), dijo que ellos aplauden la medida. «Nos parece excelente y hace rato se la proponíamos a la AFIP y a los distintos estamentos de gobierno. El uso excesivo de efectivo es una de las vías del comercio ilegal. Cuatro de cada 10 productos de consumo masivo se venden en la informalidad», sostuvo Martínez. En tanto, el secretario de la CAC, Mario Grinman, también acordó en este punto y dijo que en la Argentina «tributan 8 millones para que el resto pueda vivir». «Los impuestos son carísimos, pero esa presión cae sobre un tercio de la población. Si fuéramos más, se dividiría entre más», detalló.
Informalidad
Según la ASU y la CAC, la obligatoriedad de usar medios de pago electrónicos ayudaría a reducir ese nivel de comercio ilegal
Fuente: La Nación