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Crisis en el sector productivo: en Tunuyán hay 700 hectáreas de manzanas abandonadas

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El Gobierno anunció 20 millones para capital de trabajo para en la provincia. Los productores se quejan del aumento en las importaciones de manzanas y vinos y además de las boletas de los servicios que llegan con importes que rondan los 30 mil pesos.

“De las 1.540 hectáreas de manzanas que nos quedan en Tunuyán, 700 están abandonadas” dijo Heber Plaza, productor del Valle de Uco quien se quejó que “esas 700 hectáreas se convirtieron en leña”.

“En el año 2.000 Tunuyán era la Capital de la Manzana con 12 mil hectáreas en producción. Hoy es la Capital de la leña y las fincas extinguidas” manifestó enojado.

La Cámara de Comercio, Industria y Agricultura disparó sobre el tema con un comunicado al destacar la importación de manzana desde Chile.

Habló de “su preocupación por el notable aumento que vienen registrando, en lo que va del año, las importaciones de manzanas y vinos. En el caso de la fruta, el departamento de Estadísticas e Informes de la CAME, en base a datos brindados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), muestra que en los primeros cinco meses de 2017 se importó un total de 1240 toneladas (tn), principalmente provenientes de Chile”.

El productor

“Este gobierno nos puso un salvavidas de plomo en medio del mar” señaló Plaza para destacar que “casi toda la industria está paralizada: aserraderos, secaderos, frigoríficos”.

“Hemos perdido competitividad y para colmo nos llegan  los impuestos. Tuve que pagar una  factura de 30 mil pesos” y dijo que “hay que esperar a que empiece la temporada en noviembre, me imagino las facturas de la electricidad por el funcionamiento de los pozos de riego”.

“Para darse cuenta de la situación, dice el productor, las sidreras pagan 1,20 pesos por kilo de manzanas, mientras que abonan entre 3 y 4 pesos el kilo cuando es para el consumo interno”.

El Gobierno

Mientras  tanto, el Gobierno provincial anunció esta semana la puesta en marcha de un fideicomiso de $ 20 millones para que productores y empacadores de fruta de pepita en fresco para que inviertan en capital de trabajo y  hagan frente al próximo ciclo agrícola.

Reconoció el Gobierno, en un comunicado de prensa,  que “el sector se encuentra descapitalizado debido a dos temporadas de severas contingencias climáticas que afectaron la producción de peras y manzanas y a un considerable aumento de los costos. A estos factores se les suma la pérdida de mercados externos y a la escasa competitividad del precio del producto”.

“Con este fideicomiso de 20 millones de pesos, se ofrece un crédito de hasta 15 mil pesos por hectárea cultivada, con una tasa del 12% y 2% de gastos administrativos y un período de devolución de doce meses que podrán abonar con los ingresos que generen al final de ciclo, tras la comercialización del producto”.

Otra visión

Martín Hinojosa, productor y empresario del sector de Tunuyán, tiene una posición distinta.  Afirmó que “estamos como estamos porque seguimos haciendo todo como hace 60 años atrás. Nada cambió mientras que los consumidores sí cambiaron”.

“Los  galpones siguen con los pisos de tierra en vez de cemento, seguimos con los cajones de 20 kilos igual que 60 años atrás” dijo y aclaró: “El empresario no avanzó y se perdieron mercados”.

«Tenemos que hacer  como la vitivinicultura, llegar al cambio: envases más chicos, diseños de etiquetas y de envases distintos. Si uno quiere una gaseosa la encuentra en cualquier kiosco o mercadito pero no pasa con la manzana”, indicó.

“Nuestro gran problema es la comercialización. Generamos algo de oferta pero no hay demanda”. Hinojosa cree que e el Estado el que tiene que implementar el principio del cambio: el Instituto de Desarrollo Rural para el cambio en los cultivos y sus variedad: el IDITs para el cambio tecnológico y ProMendoza para la comercialización y exportaciones”.

Fuente: El sol