El Ministerio de Salud dio a conocer una serie de recomendaciones como tener el carnet de vacunación al día, sostener la lactancia materna, no automedicarse y cuidarse de las intoxicaciones por monóxido de carbono
Por un lado tener presente los cuidados para prevenir enfermedades respiratorias, que son más frecuentes durante esta época y resultan la principal causa de internación y consulta médica. Y por otro lado, algunas medidas para evitar intoxicación con monóxido de carbono, el mismo es un veneno que no tiene color, olor, sabor y no irrita los ojos ni la nariz, cada año provoca en nuestro país la muerte de unas 200 personas.
Enfermedades Respiratorias
Las enfermedades respiratorias afectan a toda la población pero, fundamentalmente, a los menores de 5 años y a las personas de más de 65 años.
Para prevenir enfermedades respiratorias tales como la gripe, la bronquiolitis, la bronquitis y la neumonía, entre otras es importante:
– Tener las vacunas incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación al día:
Gripe: se tienen que aplicar, una vez al año, dos dosis a los niños entre 6 y 24 meses y una dosis los adultos mayores de 65 años, embarazadas, mujeres puérperas hasta el egreso de la maternidad (si no se vacunaron durante el embarazo), personas con enfermedades crónicas u obesidad y personal de salud.
Neumococo: todos los niños menores de 2 años deben tener aplicada la vacuna contra el neumococo, principal causa de neumonía y meningitis. También debe aplicarse a niños de 2 a 5 años con factores de riesgo.
Tos convulsa: se previene esta enfermedad aplicando el esquema adecuado en cada etapa de la vida.
– Medidas generales como lavarse las manos con agua y jabón después de volver de la calle, antes de cocinar o comer y después de ir al baño o cambiar pañales.
– Así también es fundamental sostener la lactancia materna, al menos hasta que el bebé cumpla los 6 meses y ofrecerle el pecho con más frecuencia en caso de que se enferme.
– Otros aspectos a tener en cuenta son ventilar todos los ambientes a diario, no fumar y mantener los ambientes libres de humo.
– Así como no automedicarse, el consumo de remedios sin receta puede producir intoxicación y ocultar los síntomas de la enfermedad, dificultando un diagnóstico correcto y empeorando el cuadro clínico, y mantener reposo en la casa mientras continúe los síntomas.
– Cubrirse la boca al toser o estornudar con un pañuelo descartable o con el pliegue del codo para evitar contagiar a otros.
Para prevenirlas en bebés y niños:
Lavarse las manos antes y después de atenderlos y también lavarles las manos a los niños.
Darle todas las vacunas incluidas en el Calendario Nacional y llevarlos periódicamente al control médico.
Acostarlos boca arriba siempre.
Darle la teta al bebé al menos hasta los 6 meses e incrementar la lactancia materna en caso de que el bebé se enferme y tenga pérdida de apetito.
No usar repelentes en menores de 2 años.
Brindarles el abrigo necesario:
Evitar el abrigo excesivo y el uso de frazadas o mantas que lo puedan sofocar.
No darles medicamentos sin receta, ni remedios caseros o tés de ningún tipo.
Intoxicaciones por monóxido de carbono
Así también con las bajas temperaturas se produce un aumento en el peligro de intoxicación con monóxido de carbono, un gas venenoso que se produce por la combustión incompleta del gas natural, leña, carbón, kerosene, alcohol o nafta.
La inhalación del gas tóxico producto del mal funcionamiento de estufas, calderas, calefones, termotanques y cocinas a gas natural, así como del uso de leña o carbón para calentar los ambientes pueden llevar a la muerte. Al no poder percibirse, es necesario tomar medidas preventivas para evitar que el monóxido contamine nuestra casa.
Para evitarlas es fundamental mantener los ambientes ventilados y controlar el buen funcionamiento de las instalaciones y artefactos de calefacción.
Una observación que todos pueden tener en cuenta a la hora de evaluar el funcionamiento de los artefactos para calefaccionar a gas es asegurarse que la llama siempre sea de color azul. Los calefones no pueden instalarse en el baño y un gasista matriculado es quien debe revisar la salida exterior de los mismos y de las estufas. También hay que tener especial cuidado con los grupos electrógenos que funcionan con nafta o gasoil y con los braceros, ya que pueden producir monóxido de carbono.
Todas las intoxicaciones por monóxido de carbono son evitables.
Para ello es fundamental:
Dejar una ventilación permanente en cada ambiente.
Además de ventilar toda la casa una vez por día, es fundamental mantener siempre abierta una ventana o puerta en los ambientes calefaccionados aunque haga frío.
Observar que la llama de gas sea siempre de color azul (la llama amarilla es signo de mala combustión y generación de monóxido).
Si se usa brasero o estufa a querosén, apagarlos siempre afuera de la casa antes de irse a dormir.
No instalar calefones en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.
En baños, dormitorios y ambientes cerrados solamente instalar artefactos con salida al exterior (de tiro balanceado).
Controlar anualmente las instalaciones y el buen funcionamiento de los artefactos de la casa. Se recomienda hacerlas revisar por personal autorizado.
¿Cuáles son los síntomas?
El principal riesgo de este tipo de intoxicación es que en muchos casos la persona no percibe los síntomas, que pueden ser:
Dolor de cabeza.
Náuseas o vómitos.
Mareos, acompañados de cansancio.
Letargo o confusión.
Desmayo o pérdida de conocimiento.
Alteraciones visuales.
Convulsiones.
Estado de coma.
Ante los primeros síntomas, es necesario ventilar el ambiente y recurrir a un centro de salud u hospital y/o asistir a un servicio de emergencias médicas.