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Claudia, la nieta recuperada mendocina, hablo por primera vez

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nieta 117

En conferencia, la nieta de María Domínguez contó su historia: «Mis padres adoptivos siempre me dijeron la verdad».

Claudia, la nieta recuperada 117, hija de mendocinos desaparecidos y quien se enteró en julio de que nació en cautiverio, habló hoy por primera vez en una conferencia de prensa.

“Mis padres adoptivos siempre me dijeron la verdad, por eso la duda siempre estuvo, pero sin lineamientos relacionados al terrorismo de Estado. Solo el año de nacimiento me generaba duda en ese sentido”, empezó a decir Claudia.

“En enero me contacté con una persona de la CONADI (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad) y es con la que más relación he tenido en todo este proceso. Con esa persona hablé de que era probable que diera negativo y que si eso pasaba ellos no iban a poder seguir ayudándome en la búsqueda de mi identidad”.

«Fue ahí cuando hablé con mis padres adoptivos y les planté que quería saber mi origen y ellos me dieron libertad para averiguar y acercarme a la verdad”, contó Claudia notablemente emocionada.

Tras saber que el ADN era positivo y que finalmente era hija de desaparecidos, Claudia aseguró que lo primero que sintió fue un fuerte shock:” Estuve casi una hora sin saber qué pensar o qué hacer. Luego llegó mi esposo y me ayudó a procesar la información”.

“Los primeros interrogantes que se cruzaron por mi cabeza fueron por qué, cuál fue el motivo y qué pasó en el medio entre mis padres biológicos y yo”.

“Cuando volví a Mendoza hablé con mis papas adoptivos y los primero que pensé fue en ellas (las abuelas), que me estaban buscando y que no podía perder un minuto más sin verlas”, detalló.

La mujer también destacó el apoyo que recibió no solo de sus padres adoptivos sino de toda su familia que la crió: “Todos me apoyaron y por eso pude abocarme a esto completamente”.

Es hija biológica de Walter Hernán Domínguez y Gladys Cristina Castro. Una de sus abuelas es  María Domínguez, presidenta de Madres de la provincia y una reconocida activista por los derechos humanos.

Los padres militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y trabajaban -él de chofer de colectivo y ella en una panadería- hasta que el 9 de diciembre de 1977 fueron secuestrados por militares en la casa que ocupaban en Luzuriaga 84, de Villa Marini, Godoy Cruz.

Fuente: diario Los Andes