Claro como el agua: un arroyo tunuyanino basurero de vecinos y empresas

Por Carlos Escobar

El arroyo Claro es uno de los más extensos de Tunuyán, recorriendo varias zonas del departamento  en su largo tramo. La conciencia de algunos vecinos parece ser nula, ya que en el cauce se arrojan todo tipo de residuos y desechos, como animales muertos, basura doméstica, escombros, y lo que se pueda ocurrir, provocando una contaminación imposible de disimular. Por otra parte, se acusa a los frigoríficos de desaguar en el arroyo, lo que produciría los olores nauseabundos característicos de esa zona. Por ahora, aquellos días en que se podía pescar bagres en las aguas cristalinas y refrescarse sin otra preocupación, que no sea la de pasarla bien y divertirse, solo queda en la memoria de algunos nostálgicos. Hoy la realidad es muy diferente.

El tema del cuidado del medioambiente es una característica del Valle de Uco. Sin embargo, el tratamiento de los residuos sigue siendo una problemática que no se soluciona sino que, por el contrario, en algunos lugares parecería ir en aumento. El arroyo Claro, en la zona norte del distrito Ciudad de Tunuyán, en las inmediaciones de un hermoso parque que convoca a las familias tunuyaninas, es un cauce que está sumamente contaminado por los residuos arrojados por los vecinos, pero que además ha suscitado numerosas denuncias por los olores nauseabundos que despide.

Según los habitantes del lugar, los olores provendrían de los desagües de algunos frigoríficos de la zona. Daniel  Morsucci, jefe del área de Medio Ambiente de Tunuyán, explicó que desde el municipio son conscientes y están al tanto de esta problemática que lleva casi 30 años, cuando una empacadora de tomates y una sidrera a la altura de calle La Argentina, empezaron a arrojar desechos al brazo del arroyo que pasaba por  ese lugar; tras una advertencia desde la municipalidad dejaron de hacerlo.

En cuanto a las denuncias que se han registrado por parte de algunos vecinos y autoridades, debido al olor nauseabundo que en horas tempranas de la mañana y en las primeras horas del atardecer emerge del arroyo, se pudo constatar (según lo referido por el responsable municipal) que no proviene del arroyo, sino de un desagüe propio con el que cuenta el frigorífico “Cairo”; este establecimiento recibió una intimidación del área de Medio Ambiente municipal, ante lo cual los responsables explicaron que solo trabajarán un año más así y luego, harán un cese definitivo de actividades.

Según Morsucci, no existe contaminación en el arroyo por parte de los frigoríficos de la zona, ya que se les ha advertido que pueden ser multados muy seriamente y han tomado conciencia de la magnitud del problema. El arroyo fue saneado hace tres años por la municipalidad, retirando toda clase de residuos, principalmente sólidos, que arrojan sin control los vecinos del pueblo: “mientras no exista conciencia, por más esfuerzo de cualquier gobierno, seguirá la contaminación de los cauces” apuntó el funcionario.

También, el titular de Medio Ambiente municipal recalcó que en plena crisis hídrica provincial el cuidado del agua es indispensable, situación que desde el gobierno departamental se ha tomado como prioritaria.