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Cayó un presunto sicario buscado por un homicidio ocurrido a fines de marzo en Tupungato

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Se trata de Ángel Rodríguez, sindicado como el autor del crimen de Leonardo Antonio Arroyo. Cómo fue el operativo de la detención.

Ángel Jesús Rodríguez llevaba tres meses prófugo de la Justicia, que lo buscaba por el asesinato de Leonardo Antonio Arroyo (32), ultimado de un disparo a fines de marzo en Tupungato.

Según los investigadores, el presunto malviviente, mejor conocido como el Angelito, está sindicado como sicario y habría sido contratado para quitarle la vida a la víctima del hecho de sangre. Su tío Alejandro Rodríguez fue señalado como coautor y se encuentra prófugo.

La noche del sábado, efectivos lograron capturar en Las Heras al sospechoso, quien era considerado de “alta peligrosidad”, indicaron fuentes allegadas a la causa.

El operativo estuvo a cargo de personal de la Oficina de Observaciones de la Unidad Especial de Patrullaje Las Heras (UEP).

Los sabuesos habían tomado conocimiento sobre la presencia del señalado matador durante una pesquisa que tenía como finalidad atrapar a los responsables de una serie de hechos delictivos que se habían registrado durante las últimas semanas en la zona de El Algarrobal.

Durante los trabajos de campo que estuvieron desarrollando, los detectives obtuvieron el dato de que el Angelito estaba frecuentando ese distrito lasherino, alojándose en domicilios de conocidos para mantenerse en la clandestinidad.

Con esa información, mientras el personal llevaba adelante tareas propias la noche del sábado, alrededor de las 20.30, procedió a identificar a unos sujetos que estaban reunidos en el pasaje Los Grillos.

Llamativamente, uno de los individuos se dio a la fuga corriendo cuando los policías se acercaron a ellos. De ese modo, se inició una intensa persecución a pie.

En plena carrera, el sospechoso comenzó a arrojar piedras y demás elementos contundentes contra los efectivos para dejarlos atrás. Asimismo, intentó perderse de vista escapando a través de los techos de las viviendas.

No obstante, con la colaboración de uniformados de la UEP, los sabuesos pudieron reducir al sujeto cuando atravesaba una finca.

Posteriormente, al identificarlo, se constató que se trataba del Angelito, sobre quien pesaba un pedido de captura desde el 10 de abril, por lo que fue trasladado hasta la Subcomisaría Iriarte, donde quedó a disposición de la Unidad Fiscal del Valle de Uco.

Este domingo, el presunto homicida iba a ser trasladado a una dependencia de Tupungato, donde será imputado por el fiscal Facundo Garnica, quien lidera la instrucción.

El hecho

El domingo 31 de marzo, Leonardo Antonio Arroyo (32) fue asesinado de un disparo en la cabeza en Tupungato.

Según informaron en ese momento fuentes del Ministerio de Seguridad, el hecho ocurrió a la 1:10 horas en el barrio 23 de Noviembre de ese departamento del Valle de Uco.

“Familiares de la víctima escucharon un disparo y al salir a la puerta de su casa lo vieron en el suelo herido en el rostro”, detallaba el parte policial.

Tras constatar que la víctima era Arroyo, se les dio intervención a efectivos de Investigaciones del departamento, quienes iniciaron las averiguaciones correspondientes bajo las directivas de Garnica.

Desde un principio, dos hombres fueron marcados como los autores. Se trataba del Angelito y de su tío Alejandro Rodríguez.

El primero era vecino de la víctima y el otro tiene domicilio en el barrio La Gloria, de Godoy Cruz. Aparentemente, este último solía frecuentar el Valle de Uco y estaba vinculado al mundo del narcotráfico, por lo que se trataba de establecer si el móvil del crimen tenía como trasfondo un conflicto por drogas.

Ese día, el sujeto había viajado en un remís trucho desde Ugarteche hasta Tupungato, razón por la que quedó en la mira, y, también, por ser marcado como posible autor por testigos.

Más allá de eso, como el trabajo de campo de los detectives valleuquinos arrojó que el Angelito solía prestar servicios como asesino a sueldo, una línea investigativa sostiene que tanto él como su tío fueron contratados para quitarle la vida a Arroyo.

Fuente: El Sol