«Queremos que el presidente electo, Mauricio Macri, diga específicamente cuáles son sus metas en el tema de Derechos Humanos», dijo Estela de Carlortto, titular de Abuela de Plaza de Mayo, en el Centro Cultural Kirchner, minutos antes de la presentación de la biografía «Estela», del escritor Javier Folco.
«No hay que cerrar puertas sino abrirlas y vamos a preguntar los proyectos del gobierno que asumirá el próximo 10 de diciembre sobre Derechos Humanos, queremos conocerlos», consignó a Télam Carlotto en el porteño edificio de Sarmiento 151.
«Las Abuelas llevamos 38 años trabajando, empezamos con la dictadura y continuamos incansablemente para encontrar la verdad de lo que pasó con nuestros nietos y los huesos de padres que en algún lugar de nuestra querida Argentina descansan -aseveró-, una lucha permanente que exigiremos continúe y se profundice con el gobierno entrante».
La figura del apropiado, la reparación económica que facilitó la situación de muchos hijos de desaparecidos que hoy son hombres y mujeres con sus propios hijos, repasó Carlotto: «se cometieron muchos actos de justicia y eso hay que conservarlo, incrementar lo que haga falta».
«El primer día -tras conocerse la derrota de Daniel Scioli en el ballotage del 22 de noviembre último- sentimos una gran tristeza y decepción, pero al segundo día ya estábamos programando qué hacer para acompañar la democracia: si se hacen cosas buenas la aplaudiremos, si no, reclamaremos lo que haga falta», advirtió Carlotto.
«Lo que sí debe quedar claro es que este país no es una empresa, asusta un poco el gabinete anunciado por Macri pero confiamos en que podremos dialogar con los futuros representantes del ministerio de Educación (Esteban Bullrich), en pos de la concientización sobre los derechos humanos; y de Justicia y Derechos Humanos (Germán Garavano), de quien no nos han hablado mal», enfatizó.
Macri «ganó justamente», remarcó, pero «el otro 50 por ciento vamos a sostener qué se ha hecho y qué falta hacer, falta aún hallar centenares de nietos, saber donde están miles de desaparecidos».
«Es una lucha permanente, no es fácil pero sí necesaria» en un país donde «la sangre derramada» ayudó a encontrar el camino «democrático», añadió.
Por otra parte, Calotto consideró que «si bien las Abuelas de Plaza de Mayo dialogaron con todos los gobiernos constitucionales fue el gobierno de la llamada década ganada, representado en Néstor y Cristina Kirchner, los que mejor escucharon y respondieron a las necesidades en torno a su misión».
«Fue en estos últimos 12 años -añadió Carlotto-, en los que hubo mayor comunicación y convocatoria en torno a la lucha permanente de las Abuelas por encontrar a los nietos apropiados, a lo que se sumó una gran ayuda económica que contribuyó a que halláramos más nietos que en cualquier otra época».
La anulación de los indultos y los juicios a los represores, transformar centros de tortura y detención ilegal en espacios de memoria, enumeró y agregó que «se consolidó el país que nuestros hijos soñaban».
«Me refiero a Laura, quien dio su vida en la convicción de amparar a los más débiles, evitar la desocupación, la pobreza y la incultura», añadió en referencia a su hija, secuestrada y asesinada durante la última dictadura.
«Nos hemos sentido amparadas y comprendidas, no tenemos más que palabras de elogio y agradecimiento para un Estado de Derecho que tiene en cuenta la memoria, la verdad y la justicia», concluyó.
(Fuente: télam)