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Shell y Axion redujeron ayer el valor de la nafta y el gasoil, tal como habían acordado con el Gobierno. Petrobras y Oil lo harán en las próximas horas. Es en respuesta a la baja en la cotización internacional del crudo.

Las firmas YPF, Shell y Axion bajaron ayer un 5 por ciento el precio de los combustibles en respuesta a la caída en la cotización internacional del crudo. Petrobras y Oil lo harán en las próximas horas. La medida había sido acordada con el Gobierno el pasado 23 de diciembre como parte de un paquete más amplio que incluyó un recorte del precio del barril en el mercado interno, una modificación en las escalas de las alícuotas de las retenciones para las exportaciones de crudo, una reducción de los impuestos internos a las naftas del 10 por ciento y estímulos para los exportadores.

En las estaciones de servicio de YPF de Capital Federal, el valor del litro de nafta Premium (Infinia) bajó de 13,41 a 12,74 pesos, la súper de 11,91 a 11,31 pesos, el diésel Euro de 12,40 a 11,78 pesos y el diésel 500 de 10,82 a 10,28 pesos. En el caso de Shell, el litro de V-Power Nitro+Nafta bajó de 14,31 a 13,59 pesos, el Fórmula Súper de 12,46 a 11,84, el V-Power Nitro+Diésel de 13,26 a 12,60 y el fórmula diesel de 11,36 a 10,79 pesos. Por último, los precios en los surtidos de Axion se modificaron del siguiente modo: nafta súper de 11,99 a 11,39 pesos, nafta premium de 13,49 a 12,84, gasoil normal de 10,89 a 10,38 y gasoil euro de 12,49 a 11,88 pesos.

Los nuevos valores de la nafta son en respuesta a la fuerte baja en la cotización internacional del crudo, que descendió casi 50 por ciento el año pasado. En Estados Unidos, el petróleo de Texas (WTI), cerró el miércoles a 53,27 dólares el barril, con una pérdida diaria del 1,6 por ciento y un descenso anual acumulado del 45,9 por ciento, mientras que el precio del crudo Brent, de referencia en Europa y en los mercados globales, tuvo un comportamiento similar: perdió 1,9 por ciento el miércoles y terminó a 56,8 dólares el barril, con un descenso anual de 48,7 por ciento.

Una vez aplicada la baja de 5 por ciento, las naftas acumularon desde enero del año pasado una suba de entre 25 y 30 por ciento, cercana a la inflación del Indec y por debajo de la inflación informada por las consultoras privadas. Por ejemplo, la súper en YPF subió desde enero de 2014 hasta ahora de 8,91 a 11,31 pesos (26,9 por ciento) y en Shell trepó de 9,36 a 11,84 pesos (26,5 por ciento), mientras que la Premium en YPF subió de 9,99 a 12,74 pesos (27,5 por ciento) y en Shell de 10,59 a 13,59 pesos (28,3 por ciento).

Las cifras muestran una desaceleración del precio de la nafta con respecto al nivel de suba interanual que se venía registrando a comienzos de 2014. De hecho, si se compara los 9,99 pesos que costaba la nafta Premium de YPF en enero de 2014 con los 6,54 pesos que costaba en enero de 2013 se puede ver que en ese momento la suba interanual acumulada había sido del 52,7 por ciento y ahora es del 27,5 por ciento.

Para lograr la reciente baja del 5 por ciento, el Gobierno mantuvo durante diciembre una ardua negociación con las provincias petroleras y con las empresas. Las provincias, nucleadas en la Ofephi, pretendían mantener el precio del barril local en los 83 dólares, sin modificaciones, ya que sus presupuestos están confeccionados sobre la base de las regalías petroleras, aunque finalmente aceptaron un recorte de siete dólares.

En cuanto a las exportaciones de crudo, el Gobierno modificó el esquema de retenciones móviles. La curva de los derechos de exportación para un barril ubicado en los 60 dólares será menor al uno por ciento. A partir de ahí las alícuotas comenzarán a subir, en caso de que aumente el precio internacional. Por otro lado, habrá incentivos para las empresas exportadoras. Aquellas compañías que incrementen su producción recibirán entre 2 y 5 dólares más por barril de crudo. Entre las firmas alcanzadas están PAE, de la familia Bulgheroni, que exporta cerca del 35 por ciento de su producción, la china Sinopec y Petrobras. También se decidió una baja de los impuestos a la nafta. La carga impositiva sobre los combustibles se ubicaba cerca del 40 por ciento y como parte del paquete hubo una reducción del 10 por ciento en los impuestos internos a las naftas y el gasoil.

El Gobierno informó que el costo fiscal del paquete de medidas estará en torno de los 1200/1400 millones de dólares. No obstante, por la baja del precio internacional, el Estado dejará de importar combustibles por aproximadamente 2000 millones de dólares. Por lo tanto, el ahorro rondará los 600 u 800 millones de dólares.

Fuente: Página12