Por Juan Jofré*
Los Docentes y No Docentes que por alguna razón de salud no pueden contar con la totalidad de su capacidad de trabajo, reciben hoy, en la provincia de Mendoza, la obligación de “cambiar de función”. Se trata de maestros, directivos, profesores que por motivos de cuerdas vocales, oncología, psiquiatría (stress, depresión, etc.), traumatología u otras dificultades con su salud, quedan impedidos de realizar aquellas actividades que se realizan frente o a cargo de alumnos.
Luego de más de cinco años de idas y venidas, DGE aceptó en la paritaria de octubre de 2010, que SUTE conformara el equipo de Docentes que elaborarían y dictarían los cursos de capacitación para estos docentes mendocinos que están realizando funciones indefinidas, imprecisas y sin formación específica para ellas.
Los primeros días de abril se comenzaron a cursar los módulos teóricos que componen la capacitación. Los espacios físicos son ofrecidos por los Institutos de Formación Docente de Capital, San Rafael, Zona Este y Valle de Uco.
Para el Sindicato esto significa un gran logro, porque se consiguió la tan esperada “capacitación en servicio”, ya que los docentes son “liberados” de sus obligaciones para poder asistir al curso. Para los docentes que están en cambio de funciones significa la oportunidad de capacitarse para poder realizar otras funciones educativas, la posibilidad de volver a concursar un cargo, recuperando la libertad de elegir el lugar de trabajo y, sobre todo, la reparación de los anhelos docentes, del derecho de hacer carrera, y de la inmedible sensación de sentirse útiles.
No se puede dejar de mencionar las quejas de otros docentes, que consideran injusto que se capacite a los docentes en cambio de función y no a los que están actualmente en actividad. Estos planteos egoístas y mezquinos deben entenderse en el marco del individualismo que dejó en el sector docente la década del 90´, cuándo las políticas y discursos neoliberales los conducían a considerarse falazmente “profesionales”, y fueron lanzados a una carrera de competencia entre ellos.
Hoy, los que nos consideramos trabajadores de la educación y creemos en que ésta es un tarea que se realiza solidariamente con los demás compañeros de trabajo, festejamos esta capacitación para aquellos que han visto disminuida su capacidad laboral por las pésimas condiciones de trabajo de los años neoliberales.
Tomemos el ejemplo de los Directivos del Instituto Rosario Vera Peñaloza, que se comprometieron solidariamente con éstos compañeros de trabajo y ofrecieron espacios cómodos y hasta la Sala de Informática para que los docentes en cambio de funciones puedan recibir una capacitación de calidad.
*Prof. Ciencias de la Educación
2 comentarios
Estoy en cambio de funciones en la misma escuela con 100% de zona y en la cual soy titular hace más de 20 años. Realizo gran parte de la tarea administrativa y me siento muy bien por ello. No quisiera cambiarme de escuela por una de menor zona y tampoco me parece justo. Creo que debería haber existido la posibilidad de que nos quedemos en la misma escuela aquellas docentes que estamos trabajando bien y conformes con lo que hacemos. Desde ya, muchas gracias por la posibilidad de expresar mi disconformidad.
Muy buena la nota; y si …es verdad, siempre salen algunas personas que no estan de acuerdo, pero la vida es asi!!!, siento personalmente que está bueno que se les de un lugar a los docentes que por alguna razón ya no pueden estar frente al grado, está muy buena la capacitación.
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