El conductor del vehículo fue detenido como sospechoso de asesinato. El caso recordó una tragedia similar que ocurrió en junio de 2000.
Los 39 cuerpos encontrados en un camión frigorífico cerca de Londres eran de ciudadanos chinos, informaron este jueves los medios británicos. Los 38 adultos y un adolescente fueron encontrados sin vida en la madrugada del miércoles después de que los agentes recibieran una llamada de los servicios de emergencia.
Si bien de momento no se conocen más datos sobre este caso, las fuentes que citan los medios del país europeo afirman que entre los fallecidos había tanto hombres como mujeres.
La Policía detuvo al conductor del vehículo, un hombre de 25 años, procedente de Irlanda del Norte, al que los medios de comunicación identificaron como Mo Robinson y a quien los agentes interrogan como sospechoso de asesinato.
Como parte de la investigación, los agentes registraron anoche dos viviendas en Irlanda del Norte, en domicilios del condado de Armagh, al sur de la provincia británica, de donde procede el conductor del vehículo.
El joven permanece retenido en una comisaría de Essex, donde los agentes lo interrogan a fin de determinar las circunstancias de la tragedia.
El camión llegó en la madrugada del miércoles a Purfleet, a orillas del río Támesis, en un transbordador procedente de la localidad belga de Zeebrugge, donde las autoridades empezaron una investigación.
Por su parte, la Agencia Nacional del Crimen británica aseguró que trabaja en identificar a los grupos criminales organizados que participaron en la tragedia.
Según datos aportados por la Policía británica, la cabina del camión procede de Irlanda del Norte y recogió al contenedor frigorífico en Purfleet.
Fuentes del Ministerio búlgaro de Exteriores, por su parte, indicaron que el contenedor está al parecer registrado en Bulgaria bajo el nombre de una compañía que pertenece a un ciudadano irlandés.
El caso produjo una gran conmoción en el Reino Unido y reabrió el debate sobre los peligros de las mafias vinculadas a la inmigración. No es la primera vez que ocurre un hecho similar: en junio de 2000, 58 migrantes clandestinos chinos fueron encontrados muertos por asfixia en un camión cerca del puerto de Douvres, en el sur de Inglaterra.
Condiciones «absolutamente horrendas»
Distintas asociaciones de transporte de carga señalaron que el aumento de los controles en puertos como Dover, en el sureste británico, y la ciudad francesa de Calais, hizo que el tráfico ilegal de emigrantes se mueva por otras rutas.
Por su parte, el consejero delegado de la Sociedad de Camiones de Carretera, Richard Burnett, aseguró que las condiciones en las que se encontraron a los ciudadanos de China fueron «absolutamente horrendas».
Las cámaras frigoríficas «son oscuras e increíblemente frías y las temperaturas llegan a alcanzar allí los 25 grados bajo cero si transportan productos congelados», lo que provoca que los humanos «pierdan la vida bastante rápido», puntualizó.
Fuente: tn.com.ar