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Cada vez se gasta menos en alimentos y más en servicios

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En 5 años las facturas de luz, gas y agua incrementaron cinco puntos porcentuales su participación en el presupuesto de los hogares.

La distribución del gasto en los hogares de Mendoza se modificó considerablemente en los últimos cinco años. Según un informe de Indec, rubros como “alimentos y bebidas” e “indumentaria” perdieron participación, para darle mayor peso a las tarifas, y en menor medida, a los gastos en el rubro salud. 

Los datos de desprenden de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares publicada por el Indec esta semana (Engho 2017-2018). En detalle, el estudio señala que el gasto en alimentos y bebidas no alcohólicas representa el 23,2%del total del consumo de las viviendas de la región cuyana (Mendoza, San Juan, San Luis), mientras que en la encuesta anterior (2013-2014), el peso del mismo rubro era del 31,6%. Por el contrario, si se analizan los servicios públicos (vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles), su participación actual es del 13,3%, y hace cinco años era del 8,3%. Es decir que la incidencia de este rubro sobre el total del presupuesto de una vivienda aumentó cinco puntos porcentuales.

El resultado es llamativo, pero no sorprende, teniendo en cuenta el incremento que las tarifas tuvieron durante el período analizado (2013 a 2018). Según una nota publicada por Los Andes, desde el 2016, cuando empezó a aplicarse el incremento por etapas en el marco de la revisión tarifaria integral, hasta 2018(año que contempla la encuesta del Indec), la luz y el gas subieron un 500% en promedio y el agua un 124%. 

Distribución de gastos 

Además de los rubros de alimentos y servicios públicos, las familias distribuyen sus gastos en “bebidas alcohólicas y tabaco” (2,1%), “bienes y servicios varios” (4,5%), “enseñanza” (2,9%), “equipamiento y mantenimiento del hogar” (5%), “esparcimiento” (8,7%), “restaurantes y hoteles” (5,2%), “indumentaria” (6,9%), “salud” (6,3%) y “transporte y comunicaciones” (21,9%). 

Hace cinco años el resto de la estructura de gastos (por fuera de alimentos y servicios públicos), se dividía entre “bienes y servicios varios” (5,2%), “enseñanza” (2,5%), “equipamiento y mantenimiento del hogar” (8%), “esparcimiento” (8,4%), “indumentaria” (9,1%), “salud” (5%) y “transporte y comunicaciones” (21,9%). 

En la comparación puede verse que otro rubro al que hoy se le asigna mayor participación es el de la salud, 1,3 puntos porcentuales por encima de la anterior muestra

Sin embargo, entre una encuesta y otra se produjeron diferencias metodológicasque hicieron que aparecieran rubros como “bebidas alcohólicas y tabaco”, o “restaurantes y hoteles”, antes dentro de las consideraciones de “varios” o “esparcimiento”. 

Consumo nacional 

Si se analizan los datos a nivel país, se puede observar que el gasto en “alimentos y bebidas no alcohólicas” representa el 22,8% del gasto de consumo de los hogares; el 14,5% se destina a “vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (por encima del gasto de la región) y el 14,4% se vuelca a transporte.

Además, Buenos Aires y la Región Patagónica son las que menor proporción de gasto destinan a alimentos y bebidas, mientras que el Noroeste y el Noreste son las que mayor peso le otorgan a ese rubro.

La encuesta mide también el “clima educativo” (se define como el promedio de años de escolaridad de los integrantes del hogar de 18 años y más). El informe explica que “en los hogares con clima educativo muy alto, el gasto en alimentos y bebidas no alcohólicas representa el 14,9% del gasto de consumo, mientras que en hogares con clima educativo muy bajo alcanza los 36,2%”.

Hogares con inquilinos 

La composición del gasto se ve alterada en los “hogares inquilinos” (familias que pagan alquiler). De acuerdo con el Indec, estos destinan el 28,3% de sus gastos a rubros relacionados con la vivienda: 13,8 puntos porcentuales más que la media nacional.

El régimen de tenencia de la vivienda es determinante en la estructura de gastos de los hogares, ya que aquellos que no son propietarios y alquilan, deben destinar una porción significativa de su presupuesto familiar a los gastos de la vivienda (principalmente el alquiler) y servicios asociados a ella. “Los hogares inquilinos, que representan el 18,7% del total del país, destinan el 28,3% del total del gasto de consumo a este rubro, mientras que en los hogares propietarios alcanza el 10,7%”, detalla el Indec.

Santiago Debé, de la inmobiliaria que lleva su nombre, explicó que “el costo de un alquiler dependerá mucho de las comodidades a las que acceda una familia, pero en promedio, un departamento de dos dormitorios, con toilette, un baño, un balcón y una superficie de más o menos 60 m², tiene un valor de entre $ 12.000 y $ 14.000 si tiene cochera”. Para que una familia destine el 28,3% de sus ingresos a este ítem, debería tener ingresos de entre $ 42.400 y $ 49.500. 

En caso de una vivienda horizontal, con cochera, bien ubicada en cuanto a medios de comunicación y transporte, con tres dormitorios, jardín y dos baños, estará rondando los $ 18.000 su precio de alquiler. En este caso, el ingreso familiar debería rondar los $ 64.000. 

Fuente: Los Andes