Los combustibles es un tema que preocupa al gobierno porque sus aumentos se trasladan a los demás productos.
Con el dólar relativamente estabilizado, el gobierno busca seguir controlando la inflación, especialmente durante la campaña electoral. El oficialismo nacional tomó una serie de medidas buscando aliviar el bolsillo de los argentinos al menos hasta noviembre, y podría sumar otras en las próximas horas.
Desde el acuerdo de precios, llamado Productos Esenciales, a la suspensión de los aumentos de gas y luz, que se reanudarán a partir de noviembre, incluido el transporte, que adelantó los incrementos para no tener que modificar el valor del boleto mínimo durante el período proselitista.
El caso de las naftas es un tema que preocupa al gobierno nacional, porque luego se traslada a toda la cadena productiva. En mayo, el Ejecutivo suspendió la aplicación de un impuesto que iba a regir desde junio, buscando morigerar los aumentos. Pese a eso, hubo un alza del 1,5%, llegando al 13% acumulado en lo que va del año.
Esa nueva tasa iba a aplicarse en julio, pero se redujo a la mitad para evitar que el séptimo mes del año también comenzara con ajustes de los precios. Ahora, a días de terminar un nuevo mes y cuando los conductores hacen filas en las estaciones para evitar otro retoque sorpresivo, el gobierno dejó trascender que estudian un acuerdo con las petroleras.
A cambio de reducir algunos impuestos, lograrían que las empresas absorban la diferencia del valor del dólar con el petróleo, y evitar que lleguen al consumidor.
Fuente: Crónica