Los cirujanos del hospital Schestakow le reconstruyeron la traquea que el perro le destruyó y ya respira por sus propios medios.
“Está hermosa y evoluciona bien, la van a tener unos días más en terapia y después la pasan a sala común”. El comentario con un alto grado de euforia es de Mariela Lozano, la mamá de Guadalupe Martínez (7), la niña que fue mordida por un Dogo argentino a la altura del cuello.
La menor permanece internada en el ala de terapia intensiva pediátrica del hospital Schestakow en San Rafael desde la tarde del martes 19, cuando ocurrió el ataque.
Después de pasar horas de profunda angustia, a los padres y la familia entera de Guadalupe les volvió el alma al cuerpo. La evolución en el estado de salud de Guadalupe es más que optimista luego de haber sido operada para reconstruirle la tráquea que le destruyó el animal de un tarascón. La niña perdió 7 centímetros de los 10 que tiene la tráquea. Además sorteó con éxito una neumonía que había complicado el cuadro.
“Se despertó, le sacaron todo, respira bien y solo tiene suero por donde le administran morfina para el dolor. Además habla lo más bien lo que significa que no le ocasionó problemas en las cuerdas vocales ni en otras zonas, solo fue lo de la tráquea. Esto ha sido un milagro y ella ha tenido una fuerza increíble para soportar todo el proceso”, dijo la madre.
Por el momento lo único que pasa por la mente de Mariela es que la hija siga por el sendero de la recuperación y reciba el alta prontamente, por eso los aspectos judiciales que rodean al incidente, como la imputación por lesiones culposas graves a la dueña del Dogo, permanecen relegados a un segundo plano.
“En este momento no me interesa todo eso, lo único que quiero que se recupere y vuelva a la casa. Lo demás, después Dios dirá”, indicó.
“Hablé con diosito”
Desde que le retiraron la asistencia respiratoria y la sacaron del coma inducido en el que estaba, Guadalupe comenzó a recuperar todos los sentidos y si bien “cuando despertó preguntó a donde estaba y porqué, cuando le dije si se acordaba del perro, ella me respondió que sí, que la había mordido pero no quiso hablar más del tema. Está consiente de todo, ella sabe bien lo que le pasó”, relató la madre.
Entre las anécdotas que va guardando Mariela Lozano hay una que le llamó la atención.
“La gente nos acompañó mucho, nos trajo estampas de todos los santos y la Virgen, cuando despertó yo le dije que la había ayudado la Virgen de Guadalupe, entonces me dijo: yo también hablé con diosito y le dije que quería volver con mi papá y mi mamá. Estoy feliz, esto fue un milagro”, cerró la conversación con la voz un tanto entrecortada.
Fuente: Los Andes