Recorriendo cualquier calle de Tunuyán, ya sea en la zona céntrica o en los barrios, se pueden observar cientos de pequeños, pero vistosos montículos de basura, residuos y escombros que se extienden por toda la vía pública.
Lo serio de este problema es que la basura acumulada es de fácil tratamiento, basta solo con embolsarla y dejarla en un lugar estratégico para que el camión municipal la recoja, sin embargo algunos vecinos del pueblo parece que
prefieren dejarla a la intemperie, muchas veces lejos de sus casa y cerca de la de los demás.
Los residuos de toda índole están diseminados por todo el territorio tunuyanino, en acequias, arroyos, en calles y veredas, dejando en claro que nos falta conciencia del cuidado del medio ambiente, y de nuestra propia vida, además de que contribuimos al deterioro y empobrecimiento del departamento y de nuestra calidad de vida.
A pesar de algunas prohibiciones por parte de la municipalidad para proteger lugares verdes y llanos, la situación no se revierte, sino que todo lo contrario, cada vez existen más basurales improvisados, causando sensación de angustia y bronca entre los vecinos que sienten que otros integrantes de la comuna pasan por alto las normas básicas de convivencia.