“Un referente o un educador de adolescentes debería pensar un poco en cómo divertirse sin alcohol” afirmó Carlos Boeck, profesional dedicado al tratamiento del alcoholismo.
Por Equipo El Cuco Digital
El consumo de alcohol y la forma «graciosa» de naturalizarlo en ámbitos institucionales y educativos
En los últimos días se difundió un video en donde se ve a una religiosa bailando con sus estudiantes en un establecimiento educativo del departamento de Tunuyán. La publicación generó mucha repercusión, hubo algunas voces a favor y otras en contra. Hay quienes opinan que es un video insignificante y que no hay nada de malo en que una “monja” baile con bebidas alcohólicas, y hay otros que consideran que no se trata de un accionar inofensivo sino de algo muy serio.
Es por eso que El Cuco Digital tomó comunicación con Carlos Boeck, integrante del Grupo Institucional de Alcoholismo (GIA) que trabaja dentro del hospital Tagarelli, psicólogo social, acompañante terapéutico, operador socio-terapeuta en drogadicción, y especializado en la ayuda y recuperación de pacientes que padecen alcoholismo. La consulta fue sobre el caso puntual del vídeo (real o teatralizado), donde se observa a una religiosa “divirtiéndose” con una botella de alcohol en la mano.
Primeramente el especialista comenzó explicando que el vídeo que circula por las redes donde se ve a una monja bailando con una botella de alcohol en las manos y junto a ella sus jóvenes alumnos, no es inofensivo. “Realmente el tema es muy serio, no sé qué hace una religiosa con sus estudiantes en un ámbito escolar y con alcohol. Seguimos equivocados de camino. Necesitamos dirigir a los jóvenes a un mundo donde encuentren salud y en este caso personas que deberían transmitir educación y esperanza de vida, hacen todo lo contrario; sobre todos por las grandes consecuencias que trae el alcohol a la vida de las personas, que no trae nada más ni nada menos que la muerte; muerte en accidentes automovilísticos, muertes en cuanto a violencia y cuantas más podemos nombrar”.
Además, Boeck agregó: “no entender que este tipo de manifestaciones en vez de ayudar a los que estamos atrás luchando por la no alcoholización en los adolescentes no nos juega a favor, ni a nosotros ni a nadie que tenga un poco de sentido común. Me parece que si es un chiste hay muchas maneras de hacer una broma, pero naturalizarlo y no darle la importancia que tiene este tipo de acciones, no nos beneficia en nada. A veces los humanos cometemos errores sin darnos cuenta, pero vuelvo a insistir, los que estamos detrás de estas luchas notamos la seriedad que hay, y a veces la mala comunicación no trae buenas cosas aparejadas. Si alguien es un referente o un educador de adolescentes debería pensar un poco en cómo divertirse sin alcohol».
El profesional fue categórico a la hora de definir y describir lo que muestra el vídeo: “Aunque el vídeo y la situación se tome como chiste no lo es, porque no es un buen ejemplo y no colabora con quienes dedican su vida y su tiempo a informar, educar y prevenir las consecuencias que trae el alcohol en jóvenes, adolescentes y adultos: sinceramente no es un chiste, sobre todo teniendo en cuenta las consecuencias. No quiero ser crítico ni perverso pero si tenemos que entender que no es una buena imagen. Necesitamos comprender que estamos en una sociedad donde cada vez se consume más alcohol y donde los chicos comienzan a consumirlo a muy temprana edad. Yo creo que el problema es que no entendemos, entonces no podemos resolver el dilema. Mi consejo es que hay que empezar a escuchar a las personas que conocen sobre la problemática y colaborar. Quizás a la mayoría el vídeo le parezca un juego, dirán que es solo una monjita con una botella de alcohol, pero ahora yo les pregunto: ¿con qué necesidad?; la verdad me cuesta entender un montón de cosas, pero lo que sí entiendo es que es muy perjudicial; incluso me cuesta pensar que hay gente que ante estas cosas no mida las consecuencias”.