El vehículo en el que viajaban los expertos en armas químicas de Naciones Unidas desde Damasco hacia la zona en la que se denunció un ataque con gas tóxico, fue atacado a tiros, según informó la propia ONU.
La información, transmitida por un portavoz de la ONU en su sede de Nueva York, indica que los inspectores (que fueron trasladados a un lugar seguro) resultaron ilesos y que no se registraron heridos en el hecho, informó la agencia de noticias DPA.
La comisión está encabezada por el sueco Ake Sellstrom, quien había recibido expresas indicaciones del titular de la ONU, Ban Ki Moon, de darle máxima prioridad al caso después de que el gobierno sirio aceptara ayer, de manera inesperada, las inspecciones.
«El vehículo fue atacado de forma intencionada y reiteradamente por francotiradores no identificados», dijo el portavoz, quien precisó que «el automóvil quedó inservible, por lo que el equipo volvió a la base del gobierno».
En cuanto sea suministrado un automóvil de sustitución «los inspectores volverán a la zona afectada», agregó sin dar detalles.
A poco de conocerse la información, el Gobierno sirio culpó del hecho a «grupos terroristas armados», como denomina a los rebeldes.
Según una fuente gubernamental citada por la televisión estatal siria, Damasco consideró que esos grupos armados son «responsables de la seguridad, la protección de la vida y el regreso pacífico del equipo de la ONU».
La oposición al gobierno de Bashar al Assad, por su parte, aseguró que milicias fieles al gobierno fueron las responsables del ataque, que abrieron fuego desde un aeropuerto militar.
«Querían evitar que los inspectores llegaran a nosotros», dijo a la citada agencia de noticias un rebelde que esperaba en la entrada de Moadhamiyad al Sham, al suroeste de Damasco, la llegada de los inspectores a los lugares que el pasado miércoles fueron escenario de un ataque masivo, supuestamente con armas químicas.
Por el momento no hay confirmación sobre las informaciones que señalan que los inspectores habrían intentado continuar su viaje sin el acompañamiento de las fuerzas de seguridad sirias.
Los expertos en armas químicas de Naciones Unidas habían partido esta mañana desde Damasco hacia la zona en la que se denunció que la población fue atacada con gas tóxico.
Antes de partir, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, le había pedido a los inspectores que actúen con rapidez. «Cada hora cuenta. No nos podemos permitir más retrasos».
Ban dijo a Sellstrom que le dé máxima prioridad al caso, después de que el gobierno sirio aceptara ayer, de manera inesperada, las inspecciones.
Los rebeldes denunciaron que en el ataque del pasado miércoles en el este de Damasco, habrían muerto más de mil personas. La veracidad de la información no pudo confirmarse aún ya que no existe confirmación independiente de lo ocurrido y el gobierno, que rechaza la acusación, señala a su vez a los rebeldes de usar gas tóxico.
La organización Médicos Sin Fronteras confirmó que en los hospitales a su cargo ingresaron 3.600 personas con síntomas de contaminación por gas nervioso, 355 de las cuales murieron
Fuente: Télam