Tal como ya había sido decidido por unanimidad entre los países de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac), ayer la Argentina fue elegida como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas para el bienio 2013-2014. La designación fue aprobada con el voto de 182 de los 193 miembros de la ONU (se trató del candidato que recogió mayor apoyo entre los que se eligieron en esta ocasión) y el primer día del año que viene el país ocupará un asiento por novena vez en la historia, lo que lo pone al tope de la lista de los que más veces asumieron esa responsabilidad.
“Seremos una voz moderada, que trate de consensuar los temas con otros países, pero siempre respetando la independencia y la no injerencia en los asuntos internos de cada país”, anticipó en Nueva York el canciller Héctor Timerman tras la votación, al tiempo que aseguraba que la Argentina “será la voz de todos los países de la región” desde el espacio que le toca ocupar. La soberanía del Atlántico Sur, una reforma del organismo multilateral más acorde a los tiempos actuales y un mayor rigor en los controles sobre el sistema financiero internacional serán algunos de los temas que se intentarán poner en agenda, explicaron fuentes de Cancillería a Página/12. Desde Londres ya salieron a advertir que el tema Malvinas no será aceptado en la mesa de negociaciones.
La elección de Argentina (que representa a la región América Latina y el Caribe) ya había sido decidida el 30 de abril de este año por los miembros del bloque que aúna a todos los países americanos de México hacia el sur, incluyendo varios Estados caribeños que forman parte de la Commonwealth británica, a pesar de que una de las banderas que desplegará con seguridad la delegación local ante el Consejo de Seguridad será la de “lograr el fin del colonialismo”. Quedan en el mundo por descolonizar dieciséis territorios, de los que la gran mayoría permanece bajo el paraguas de Londres, incluyendo las islas Malvinas.
La reforma del mismo Consejo de Seguridad, eliminando el poder de veto con el que cuentan actualmente los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Inglaterra, Rusia, China y Francia, los vencedores de la Segunda Guerra Mundial) es otra de las aspiraciones de máxima que promoverá la Argentina, que considera esa prerrogativa como “un resabio” del mundo bipolar precaída del Muro de Berlín.
“No puede haber paz en un mundo donde no se trate igual a todos los países, no puede haber paz en un mundo donde haya cada vez más pobres”, señaló la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su discurso de ante la Asamblea General en septiembre, cuando destacó que “la paz, los derechos humanos, la igualdad y la libertad” son “valores universales que deben ser respetados en todas las latitudes y por todos los gobiernos”, particularmente los más poderosos. “Argentina ocupará su sillón en el Consejo de Seguridad en nombre de esos valores –añadió–. Deben sentirse representados en él todos los países que aspiran a la paz como un valor universal.”
Advertidos, desde Londres no esperaron para contraponer su posición y ayer un vocero del Reino Unido ya salió a advertir que no ve “ningún apetito entre los otros miembros del Consejo” para que la cuestión del Atlántico Sur sea tratada en ese ámbito. “Creo que el Consejo de Seguridad tiene una amplia agenda de serias y apremiantes cuestiones de paz y seguridad internacional”, que no incluiría el tema Malvinas, se atajó Philip Parham, vicerrepresentante permanente de la misión británica en la ONU, quien, sin embargo, llamó a Buenos Aires a cooperar “estrechamente” en “otras cuestiones como la no proliferación o los derechos humanos.”
Argentina es uno de los miembros originales de la ONU que firmaron el Acta de San Francisco el 24 de octubre de 1945 y desde entonces fue en ocho ocasiones integrante del Consejo de Seguridad, la última entre 2005 y 2006. Ese órgano tiene un total de quince miembros, cinco de ellos permanentes con derecho a veto y el resto rotativos, que se renuevan a razón de cinco por año, representando a todas las regiones del globo.
Fuente: Página 12