Nota de opinión por Juan Jofré*
Cada vez que quiero analizar algo, mi costado docente siempre me gana y termino poniendo énfasis en lo que se pudo haber aprendido de cualquier hecho o suceso.
Pero en este caso, creo que el aprendizaje que hicimos como sociedad es inmenso, porque la lección que dio el pueblo unido y en la calle ha sido incuestionable, irrefutable e imposible de ignorar.
Creo que el mayor aprendizaje lo tuvimos como sociedad, al comprobar lo real de “el pueblo unido, jamás será vencido”, porque esta lucha tuvo pueblo de verdad, de todos los sectores sociales, todas las diversidades existentes caminamos juntas, poniendo por arriba de todo la bandera del agua, y esa unidad en la diversidad es lo que garantizó la victoria.
La ciudadanía mendocina aprendió que la herencia sanmartiniana sigue vigente en nuestra sangre intacta para las epopeyas, y que criticando solamente desde el sillón de casa no se cambia nada, pero que cuando se sale unido a la calle bajo una bandera justa, solidaria y que nos abraza a tod@s, se puede conseguir lo que se quiere.
Otro gran aprendizaje que he podido comprobar en mucha gente, es sobre la existencia del lobby en los medios y en la política. Mucha gente descubrió que el poder económico tiene herramientas para influir sobre el poder mediático y sobre el poder político. Creo que parte del aprendizaje ha sido ver que cuando la ciudadanía identifica que esos poderes se unen para ir en contra de los intereses de la mayoría, lo único que los vence es la unidad del pueblo en la calle, como se vió y como lo hicimos.
Quienes somos militantes políticos también aprendimos, que este tipo de luchas, que son políticas porque buscan modificar o no una ley, pero que son de todos, no deben “partidizarse”, que nadie debe ni siquiera hacer el intento de sentirse por encima del pueblo y querer ponerse a la cabeza, sino que acá las jerarquías no pesan, y hay que sumarse como uno más, escuchar mas de lo que se habla, y mantener el perfil bajo porque eso ayuda a que mucha gente se anime a participar, y es un gran aporte.
Quienes dicen ejercer el periodismo desde los grandes medios provinciales pero que en realidad se creen “estrellas” y que suponen que su voz es autorizada para tratar al pueblo del interior de cuanta barbaridad se les ocurre, no creo que hayan aprendido nada, porque su lógica entiende de chequeras más que de amores.
Las personas que se dedican a la política, legislador@s, asesore@s, técnicos, etc, espero que hayan aprendido a mirar a la provincia toda, no solo a sectores cercanos y de la ciudad, que hayan podido comprender que a las apuradas nada sale bien, que toda decisión debe tener legitimidad, que el pueblo mendocino puede parecer no participativo a veces, pero que cuando despierta es solidario e imparable.
Ojalá haya quedado claro que para solucionar un problema, como la falta de trabajo o el mal uso del agua, no debemos pensar en “soluciones” que generen más problemas, sino en soluciones verdaderas.
Por último, espero que tod@s hayamos aprendido que la 7722 es un símbolo de la provincia, que significa años de participación y discusión, que expresa la conciencia de Mendoza por su historia y su cultura del agua, que es un ley protectora, y que pase lo que pase, NO SE TOCA.
*Juan Jofré
Profesor en Ciencias de la Educación