El aumento del pasaje de colectivos en Mendoza está en marcha, y si bien es cierto que ni el Gobierno ni los empresarios que tienen la actual concesión del servicio de transporte público de pasajeros lo admiten en voz alta, el porcentaje de ese incremento rondaría el 30%, dejando el boleto común en $5,20. Distinto es lo que sucede con el servicio de taxis, donde el planteo está totalmente blanqueado, y solicitarán un aumento del 45% de la bajada de bandera con el argumento de que hace un año y medio que tienen congelada la tarifa en $11,50.
Lo cierto es que antes o después de fines de año estas tarifas llegarán indefectiblemente al bolsillo de los usuarios, junto con el de otros servicios, como la luz y el agua.
En el caso del boleto de micro, este lunes a las 12 en el Centro de Congresos y Exposiciones empezaba a rodar el tramo final del proceso, con la realización de la audiencia pública para escuchar la opinión de usuarios, organizaciones civiles y sindicales, cumpliendo así con la formalidad que exige la ley. Sin embargo, la convocatoria no ha tenido el éxito esperado, sobre todo para quienes esperaban que el encuentro tuviera más calidad, ya que sólo se anotaron para intervenir siete personas, contando a los gremios, empresarios y miembros de Protectora.
Justamente desde esa asociación están pidiendo la nulidad de la audiencia por la escasa cantidad de participantes, pero sobre todo porque “no existe un trabajo preparatorio donde queden claros los costos operativos de las empresas, de acuerdo con estudios técnicos independientes y no según sus propios cálculos. Esta audiencia es una farsa por los términos en los que ha sido llamada, y porque los costos que presentan los empresarios se hacen en forma cartelizada y el Estado lo permite”, indicó José Ramón, uno de los titulares de Protectora.
Además, el abogado recordó que sólo en 2008 los empresarios presentaron un estudio técnico sobre costos operativos (combustibles, personal, renovación de unidades, repuestos, carga impositiva) realizado por la UTN, para luego recurrir sólo a informes contables.
Para ejemplificar, Ramón detalló: “En 2013 decían que gastaban cada 100km 41 litros de combustible, en 2014 eso pasó a ser de 43 litros pero sin ninguna justificación técnica.”
El último aumento dado por el gobierno de Pérez fue en febrero de este año, cuando llevó de $3,50 a $4 la tarifa plana del transporte urbano de pasajeros, lo que representó 20% de incremento, frente al 50% que solicitaron en la audiencia pública de noviembre del 2014.
Si bien los empresarios y el gobierno radical electo esperaban que fuera Pérez quien cerrara el proceso, difícilmente podría concretarse un segundo aumento anual cuando por delante viene una elección presidencial muy peleada, existe una crisis financiera provincial que no le permite cerrar los múltiples frentes de conflicto y le restan 19 días hábiles de gestión.
Desde 2012 hasta ahora, el boleto subió de $1,40 a $2,10; en 2013 lo llevó a $2,50 y en 2014 a $3,50.
A la vez, también sumó gratuidades para docentes y para celadores, el trasbordo de pasajeros y descuentos para estudiantes universitarios, algo que siempre han criticado los empresarios, ya que sostienen que el ingreso por recaudación diaria más el esquema de subsidios nacionales y provinciales no cubrieron nunca esos nuevos beneficios; y la falta del aumento del kilómetro recorrido terminaron por complicar al sistema y agrandaron la deuda que mantiene Mendoza con los empresarios.
Es más, durante la última audiencia pública por la concesión del transporte, realizada el 22 de junio pasado, los empresarios reclamaron que el Gobierno transparentara el cálculo que hacía para exigir el nuevo esquema del servicio, unificando recorridos e incorporando unidades con mayor tecnología.
Para algunas empresas el kilómetro recorrido debería pasar a valer entre $22 y $25, frente a los $15 que ahora se pagan.
Fuente: Diario Uno