«Que la Cancillería se ocupe del comercio exterior. Que de una vez por todas nuestras embajadas se conviertan en difusoras de lo que la Argentina puede vender, y poner nuestros productos en el mundo».
Así presentó el viernes el presidente electo Alberto Fernández al futuro Canciller, Felipe Solá, en lo que será uno de los principales desafíos para la próxima gestión: la generación de dólares genuinos que permitan financiar el desarrollo económico y la abultada deuda que dejará de herencia Mauricio Macri.
De ahí el énfasis sobre la necesidad de una mayor oferta de divisas. «Para mí lo más importante que necesita la Argentina es traccionar dólares y así poder cumplir nuestras obligaciones», insistió Fernández cuando presentó a Luis Basterra, quien será designado al frente del ministerio de Agricultura.
Por lo pronto, en los equipos del Frente de Todos trabajan en varios frentes simultáneos: por un lado la reestructuración de la deuda, que estará a cargo de Martín Guzmán, mientras que desde la cartera de Producción Matías Kulfas deberá trazar la agenda para reactivar a la industria y a mediano plazo un salto exportador no sólo en la órbita fabril sino también en energía y minería.
En ese marco, el próximo presidente del Banco Central, Miguel Pesce, ya tiene diseñado un esquema para traer dólares, pero de los financieros. Apuesta a repatriar el ahorro de los argentinos que se encuentra en el exterior, mediante la conformación de un «trust» que permita volcar esos recursos a actividades productivas, especialmente para la construcción.
Es que de acuerdo al Indec, actualmente las familias y empresas argentinas poseen activos externos por US$304.097 millones, ya sea en cuentas bancarias fuera del país o debajo del colchón. Este dinero que permanece fuera del sistema local -la cifra no distingue si está o no declarado- fue en aumento durante los últimos años incluso a pesar de que durante el macrismo se blanquearon US$117.000 millones, pero como los contribuyentes no estaban obligados a ingresar los fondos, el 80% permaneció afuera.
Fernández ya anunció que no pedirá más desembolsos del Fondo Monetario Internacional, tal como lo planteó Guzmán. Por lo tanto el crédito y la oferta de dólares provendrán de las exportaciones y los recursos propios que hoy están por fuera del sistema financiero.
En su equipo, entienden que al mismo tiempo los ingresos fiscales pueden incrementarse con un gravamen especial para quienes tengan su riqueza por fuera de la Argentina. Tarea que recaerá sobre Mercedes Marcó del Pont desde la AFIP, una experta en abordar esos temas desde su Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE).
Parte de esta serie de medidas deberá ser aprobada mediante un proyecto de ley, que en el caso del Trust que propone Pesce, le permitirá al Central emitir pesos con respaldo en moneda dura, los cuales irán a parar a otro fideicomiso que se destinará a la compra de Obligaciones Negociables.
Es decir que la autoridad monetaria podrá dar préstamos usando las divisas como garantía, las cuales se ejecutan si el negocio no prospera. O se liberan cuando el inversor repaga el préstamo o cobra el principal de la ON y así, podrá recuperar los billetes verdes cuando lo desee para hacer frente al pasivo.
Fuente: Bae Negocios