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¡Al fin! Ana Clara, con parálisis cerebral y discapacidad motriz, recibió su silla tras 5 años de espera

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Después de tanto esperar y de varios inconvenientes con la obra social, la joven recibió el día de ayer su silla de ruedas, que no sólo se convertirá en su nuevo medio de transporte sino que también servirá para cuidar su espalda, cola y pies.

Ana Clara Gómez es oriunda del departamento de Tunuyán, tiene 20 años y a los 2 le diagnosticaron parálisis cerebral y discapacidad motriz severa. Su desarrollo durante todos estos años, ha dependido del acompañamiento de la familia y de la fuerza de voluntad de la joven, esa que se convirtió en el pilar de su vida. Pero también ha sido fundamental su silla de ruedas, la que le permite transportarse a todos los lugares a los que concurre.

Actualmente Ana cursa la Tecnicatura en Comunicación Social en el IES 9-015 de La Consulta, y a pesar de no poder hablar se comunica a través de una computadora que transmite verbalmente lo que ella escribe. Nada ha sido un impedimento en la vida de esta joven para lograr sus sueños y metas, sin embargo su silla de ruedas se había convertido en una gran preocupación para ella desde hace un tiempo atrás.

El Cuco Digital dialogó con Ana Clara y contó la odisea que le ha tocado vivir durante 5 años esperando su ansiada y nueva silla.

“Yo tengo OSEP por mi mamá que es maestra; hace como 7 años atrás me dieron una silla, pero al año se rompió el chasis y no tenía arreglo; la obra social te las da en préstamo por 5 años osea que tenía que esperar que venciera el contrato por más que la silla se había roto”, comenzó contando Ana.

“Después tuvimos que iniciar un nuevo expediente pidiendo la nueva silla. Hacía más de un año que había iniciado el trámite y me dieron una silla que no me servía, por lo tanto mi médico la rechazó y realizó un nuevo pedido, esto fue en noviembre del año pasado. Ayer finalmente recibí la buena noticia que ya había llegado mi nueva y esperada silla. Ya me la entregaron, todavía falta que me cambien el respaldo porque necesito otro tipo de apoyo para mi espalda, pero al menos ya la tengo», agregó felizmente la joven tunuyanina.

Cabe destacar que esta nueva silla la tiene que acompañar a Ana durante cinco años, ya que es solamente un préstamo que le hace OSEP, la obra social a la cual es afiliada, que además le pone como condición devolver la silla en las mismas condiciones que fue entregada y en caso de que se le rompa, tendrá que pagar los daños, aunque los costos sean altísimos.

“El Gobierno debería ser más accesible en estas cosas, la silla no es un lujo, es una necesidad fundamental para mi vida y no tan solo tengo que esperar años para que me entreguen una, sino que además tengo que cuidarla como oro porque no cuento con el dinero para reponer otra en caso que se me rompa. De todas formas estoy muy feliz y cómoda. Es un alivio que pueda cuidar mi columna o que no tenga escaras en la cola o los pies ampollados, eso vale mucho para mejorar mi calidad de vida y que me acompañe. La verdad estoy muy feliz».

Ana Clara es un ejemplo de superación y de fuerza de voluntad y es por eso que en reiteradas ocasiones ha sido distinguida y premiada. En 2015 fue premiada por la Junior Chamber International y la Cámara Argentina de Comercio por sus logros, lo que le dio el pase para la instancia nacional de los premios TOYP 2015 en los que también recibió un galardón. En el 2016  la joven fue distinguida por la Cámara de Diputados por el premio obtenido en Buenos Aires y el 6 de octubre del 2017 presentó su primer libro “Soy Ana Clara”, que describe la niñez, familia, anécdotas y la mirada de una persona con discapacidad sobre la vida.