El gobierno de Mendoza a través del IDR (Instituto de Desarrollo Rural) comenzará a liquidar los fondos adeudados de la gestión anterior a los beneficiarios del subsidio de “Cosecha y Acarreo 2015”, que deberá destinarse al combate de la Lobesia Botrana, una plaga que avanza sobre los viñedos mendocinos, produciendo graves daños y afectando los estándares fitosanitarios de Mendoza y la comprometiendo la competitividad del sector.
Por eso, para evitar que la llamada “polilla de la vid” siga proliferando, es que desde el ISCAMEN se sugiere que los beneficiarios inicien las aplicaciones químicas necesarias para reducir al máximo su permanencia. Cabe aclarar que la lucha contra la plaga debe darse desde varios frentes, con lo que es esencial la acción de cada productor.
Se calcula que en Mendoza, al menos 135 mil hectáreas se encuentran afectadas por la Lobesia y 50 mil de ellas están en grave riesgo sanitario. Por su parte, técnicos del ISCAMEN y SENASA capacitarán a los productores en los talleres que se ofrecerán a tal fin, sobre la aplicación de los agroquímicos para que puedan curar y proteger sus cultivos.
En dicha capacitación se procederá a la entrega de cheques y se contará además con la presencia de la Secretaría de Agricultura Familiar, además del Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía de la Provincia de Mendoza.
En los departamentos del Valle de Uco, Lavalle, gran Mendoza y del Sur, la entrega se realizará a partir del 19 de septiembre en las sedes del IDR, y será oportunamente comunicada a los productores.
La Lobesia Botrana es una plaga que ataca principalmente el cultivo de vid, de importancia cuarentenaria para el país, que se encuentra bajo control oficial. Produce daños directos provocando pérdidas en los volúmenes de producción, menor rendimiento por planta, afectando además, la calidad de la fruta tanto para consumo en fresco como para vinificación. Asimismo, favorece el ataque de diversos hongos patógenos que provocan la podredumbre del racimo. En uva para vinificar, los residuos que dejan estos hongos transmiten mal olor y sabor a los vinos (daños indirectos). Además, la uva de mesa con destino a exportación debe dar cumplimiento con tratamientos cuarentenarios internacionalmente aceptados que elevan el costo de producción.
(Prensa IDR)