La noticia fue dada a conocer por la periodista local Gisela Manoni para diario Los Andes. La menor de 17 años había aprovechado las vacaciones de invierno para visitar a sus familiares en el barrio San Martín.
Danisa Belén Maldonado, de 17 años, desde julio está desaparecida. La joven aprovechó las vacaciones de invierno para visitar a sus sobrinos en el barrio San Martín, de Ciudad.
Unos días antes de regresar a su hogar «se esfumó». «Es como si se la hubiera tragado la tierra», se lamentó su mamá. La familia vive en una humilde vivienda del paraje rural conocido como Loteo Danti, en el límite entre Tunuyán y Tupungato.
Sobre la desaparición, la familia maneja distintas versiones. Una es que la chica se subió a un auto negro en la calle y otra que salió a caminar con amigas por el barrio y nunca regresó. Lo cierto es que su cuñada, de apellido Navarro, radicó la denuncia ante su ausencia en la comisaría Sexta, del barrio Cano.
El 4 de agosto, la Policía de Mendoza libró una circular a todas sus comisarías buscando el paradero de Danisa. «El alerta está en vigencia y la causa la maneja el área de Búsqueda de personas. Hasta el momento, no nos han informado de ninguna novedad», informó Catalán, el titular de la Subcomisaría del distrito tupungatino Cordón del Plata, la más cercana al barrio donde vive la familia.
La ausencia de Danisa también ha generado preocupación en el Cebja del Cordón del Plata, donde ella cursaba todas las noches para completar sus estudios básicos. «Nos empezó a llamar la atención que faltara tanto a clases. Estamos muy angustiados por la situación que está viviendo esa familia», comentó un docente.
«Ponía mucho empeño para ir a la escuela. Tenía la esperanza de entrar en la Gendarmería», confiesa la madre y destaca que la chica volvía de noche y, a veces, caminaba sola los varios kilómetros de campo que separan la ruta -donde la dejaba el micro- del loteo. María asegura que no hubo peleas previas a la desaparición y que su hija no la sometería a este martirio «porque sabe de mi problema de salud».
La última vez que habló por teléfono con ella, le pidió que volviera porque la extrañaban. Además, estaban por empezar las clases. «Siempre ha sido una joven muy buena. Tenía sus arranques como todos, pero no andaba en drogas ni esas cosas raras. Siempre me ayudaba con Sol (su hija menor), ella la llevaba y la iba a buscar a la escuela», comentó la madre.
En las últimas semanas, han recibido mensajes con datos que después no se han podido comprobar.
Fuente: diario Los Andes