Por Paula Hinojosa. Hay casos de usurpaciones de los terrenos del Ferrocarril en distintas partes del Valle de Uco. En general, mientras se pone en agenda y se critica a los asentamientos de personas que no pueden acceder a una vivienda, no se dice nada sobre los particulares de nivel socioeconómico más elevado que también los usurpan. Desde la ADIFSE, Administración de Infraestructura Ferroviaria Sociedad del Estado, informaron que estos predios son bienes imprescriptibles e intransferibles del Estado Nacional.
La red ferroviaria argentina comenzó a construirse en la segunda mitad del siglo XIX, como una herramienta necesaria de un modelo de país agro exportador, que necesitaba sacar el cereal y la carne de la pampa hacia el puerto de Buenos Aires. Los primeros ferrocarriles se hicieron con aporte del Estado nacional, pero rápidamente, capitales ingleses y franceses se hicieron de las líneas ferroviarias, sobre todo de las de mayor rentabilidad. Posteriormente, después de la década infame, los ferrocarriles fueron nacionalizados y acompañaron el crecimiento del país desde un modelo que sustituía las importaciones por industria nacional. Sin embargo, con el neoliberalismo de las últimas décadas del siglo XX, los ferrocarriles pasaron a manos privadas comenzando un largo proceso de desmantelamiento de sus instalaciones y la posterior ocupación y usurpación de los terrenos lindantes a las vías del tren. En el Valle de Uco, la situación ha sido similar a la del resto del país: los ferrocarriles se abandonaron, y rápidamente fueron desapareciendo los durmientes de las vías (unos fueron a parar a fogatas de pobres, y otros a escaleras más burguesas). Luego, o en simultáneo, decenas de familias sin recursos comenzaron a levantar precarias viviendas en los predios abandonados, mientras finqueros lindantes plantaron alambrados de menor o mayor categoría cerrando los predios.
Asentamientos de familias sin recursos en predios del ferrocarril
Hace aproximadamente 8 años comenzó a formarse un núcleo de viviendas precarias en el predio del ferrocarril en Eugenio Bustos, en San Carlos: personas sin recursos se establecieron en el lugar, aún cuando hubo protesta y oposición de gente del distrito, y de algún edil que trató de “florero indeseable” el nuevo asentamiento. Hasta hace poco más de un año, el número de familias rondaba las 25, pero en los últimos tiempos, se calcula que son 40 las familias que en forma muy precaria viven en el lugar. Se debe decir que, aunque en la mayoría de los casos, las personas que viven allí es gente trabajadora que se gana la vida en las fincas cercanas, en los últimos meses algunos rumores indicaban que en el predio se habían instalado varios hombres solos, algunos con prontuario delictivo.
Las familias que viven en el asentamiento de Eugenio Bustos han conformado, junto con otros grupos familiares, una Cooperativa que trabaja para construirse casas, en regla y de acuerdo a las posibilidades económicas de cada uno. Compuesta actualmente por 90 familias, esta cooperativa comenzó a tramitar el año pasado ante la AABE (Agencia de Administración de Bienes del Estado) el uso legítimo de estos terrenos, para poder de esta manera tener su propiedad y hacerse sus viviendas. A la par, también se han reunido con la Unión Vecinal de Eugenio Bustos para demostrar que son todas familias del departamento, y que la intención es lograr una convivencia en paz con el pueblo. Sin embargo, desde hace un tiempo, en este sitio se producen algunas situaciones de conflictividad sobre la parte sur del terreno usurpado, donde habitan personas solas (no grupos familiares), que en algunos casos tendrían antecedentes delictivos.
En Tunuyán, también existe otra usurpación de terrenos ferroviarios: asentada en Vista Flores, puede decirse que prácticamente se ha convertido en un barrio. Ubicado sobre la calle Barandica, este asentamiento comenzó a generarse durante el año 2001, y se potenció entre el año 2007 y 2010. Actualmente viven alrededor de 80 familias, y según denunciaron algunos vecinos, hace aproximadamente un mes llegaron ocho familias más.
Además de los asentamientos “masivos”, también existen construcciones individuales, de las que tenemos conocimiento. Este diario recibe regularmente quejas, reclamos y hasta denuncias, por construcciones que se realizan sobre los predios del ferrocarril. Tal es el caso ocurrido recientemente sobre calle Francisco Delgado y Melchor Villanueva de Tunuyán. Los vecinos de esta zona informaron que fueron ocupados los terrenos del ferrocarril donde existían unas canchas de bochas, y sobre los cuales se había proyectado realizar una plaza y una sala de primeros auxilios. De acuerdo a lo que manifestaron los denunciantes, que enviaron fotos de lo que denunciaban, las personas que ocuparon los terrenos llevaron arena, ripio, y comenzaron a construir viviendas. El reclamo trasladado a este medio de comunicación también fue denunciado en la municipalidad de Tunuyán, hecho que fue confirmado por el propio director de Obras del municipio. Sin embargo, no se visualizó alguna medida al respecto, ya que las construcciones prosiguieron.
Otras usurpaciones: de gente con menos necesidad, pero también con menos crítica social
En los últimos años también hubo otras usurpaciones que no tienen que ver con asentamientos de familias sin recursos: se trata de empresarios, dueños de bodegas, fincas, casas particulares, que extendieron el límite de sus propiedades sobre terrenos del ferrocarril, aduciendo en muchos casos, al ser cuestionados por la usurpación, razones de seguridad. No solo se cerraron predios con alambrados de mayor o menor categoría, sino que algunos construyeron paredones, pusieron carteles de propiedad, y/o realizaron diferentes plantaciones, sobre los 10 metros de terreno colindantes con los rieles, pero en extensiones, incluso de varios kilómetros.
Este actuar, delictivo por cierto, es justificado por las personas y empresas responsables, aduciendo que “cuidan el espacio” o que lo hacen “por seguridad”. Lo real y concreto es que han tomado tierra que no les pertenecen, que son del Estado (y por lo tanto de todos los argentinos), y que además están usufructuando estas tierras. Uno de los casos más emblemático es el de una bodega de La Consulta, situada sobre calle 9 de Julio, que ha construido directamente una gran muralla de aproximadamente 200 metros de largo sobre el terreno del ferrocarril, dejando solo un medio metro entre los rieles. Otro, y muy visible, es el de un empresario que tiene una de sus fincas en la calle Combes, también de La Consulta. En este lugar, se alambraron los terrenos del ferrocarril lindante a la finca, se limpiaron con grandes máquinas, al parecer también se realizaron algunas plantaciones, y por si fuera poco, se colocó un cartel de propiedad. Estos dos casos citados, no son los únicos. Hay otros: casas de familia, personas que tienen animales, finqueros, que extendieron el límite de sus propiedades, o tomaron posesión, sobre las tierras del ferrocarril.
¿Quién tiene la propiedad de esos predios?
En el Valle de Uco, como en otros lugares, el ferrocarril no fue privatizado por el Estado Nacional sino que fue concesionado. En una primera instancia, la concesión del ramal la tuvo América Latina Logística (ALL): la empresa brasileña no operaba pero tenía la concesión. En el año 2013 se oficializó la rescisión del contrato, y pasó a operar y explotar los servicios ferroviarios y la administración de su infraestructura, la sociedad Belgrano Cargas y Logística S.A. Esto fue producto de una política que se ejerció estos últimos años para tratar de recuperar el tren de todo el país.
A la par, las usurpaciones que se fueron produciendo todos estos años, mientras la empresa concesionaria no invertía ni utilizaba la infraestructura ferroviaria, fueron prácticamente “consentidas”, en muchos casos, porque se consideró menos dañino que estos predios tuvieran algún tipo de ocupación a que estuvieran totalmente abandonados.
Ahora bien, con el pasar de los años ¿estos terrenos llegan a ser propiedad de quien los usurpó? El delegado de la región Cuyo de la Administración de Infraestructura Ferroviaria, Raul Morcos, responde: “No. Estos son bienes del Estado imprescriptibles, inalienables e intransferibles. Son bienes públicos, como una plaza, un camino, o un río”.
Según el funcionario, estos bienes no tienen prescripción adquisitiva a menos que el Estado desee suspender o concesionar por escritura pública, lo cual requiere de todo un procedimiento, que incluye la aprobación del Congreso Nacional.
Y ahora qué hacemos
Las usurpaciones de los terrenos del ferrocarril deben ser denunciadas, sabiendo que en los últimos años ha habido antecedentes donde estos terrenos fueron restituidos al Estado Nacional. Las denuncias pueden hacerse en la Policía (este organismo está obligado a tomar la denuncia) y luego elevarla a la Justicia Federal, para así poder darle intervención a la Administración de Infraestructura Ferroviaria. O bien, llamar directamente a la delegación de este organismo nacional en Mendoza (0261-4380074).
Para seguir con el tema
Las usurpaciones de tierras del Estado no es nueva, y en relación a los predios de los ferrocarriles, cómo se ve, es bastante variado el panorama. Hay que saber que, en algunos lugares, como la ciudad de Mendoza o San Rafael, los predios del ferrocarril, e incluso sus instalaciones se han convertido en sitios públicos, donde se desarrollan diferentes iniciativas culturales. También, y en relación a la construcción de viviendas, fue la propia ex presidenta Cristina Kirchner quien habló de la posibilidad de construir casas en algunos predios fiscales.
Sin embargo, lo urgente es que, quienes son responsables de administrar los bienes públicos, comiencen a tomar posicionamiento y acciones. Hasta ahora, ni legisladores, ni concejales, ni funcionarios municipales en el Valle de Uco han tomado acciones concretas en cuanto al tema. Y no estamos hablando de desalojar a las familias más humildes de los lugares donde están viviendo, todo lo contrario. Los terrenos están, son del Estado Nacional, es decir de todos. Lo que se espera, es que los funcionarios accionen para que se comience a hacer un buen uso de los mismos, beneficiando a quienes lo necesiten, a la comunidad en general, y no a los “vivos” que se apoderan de lo de los demás.
Por Paula Hinojosa
2 comentarios
Hola buenas tardes yo vivo en Monte Coman Distrito de San Rafael Mendoza, y tengo al lado de mi casa lo que en su momento era la casa del Jefe de la estacion de este distrito, el cual fue usurpado por un exdelegado de la de la municipalidad de esta localidad este señor se llama Gustavo Torres, persona soberbia con la cual no se puede hablar porque solo se hace lo que el dice, a su vez tengo otro problema mas, este señor mientras era delegado municipal, el terreno de la casa del jefe de la estación era una mugre total lo despidieron como delegado por tener relaciones con unas de sus secretarias lo cual lo pescaron infraganti, ahora este señor puso en este terreno una cancha de fútbol 5, imagine usted ahora la paz y tranquilidad en mi casa se termino, esta cancha la construyo sin ninguna habilitación no tiene medidas de seguridad, baños osea solo para alquilarla y cobrar un dinero yo lo que quisiera encarecidamente es que lo echen de esta propiedad que es del Estado, que es de Ferrocarriles Argentinos, yo pienso este hombre trabajo como delegado municipal durante 8 u 12 años no pudo comprarse una propiedad estoy hablando de un delegado, pero eso si después de haber sido designado delegado municipal se compro un auto, lo único que no puedo es enviarles fotos y vídeos que tengo para que vean lo que les estoy comentando, ojala puedan darme alguna ayuda ya sea mediante oficinas de ferrocarriles argentinos o ayuda legal o de algún abogado, que se dedique a este tipo de problemas, Atte GRACIAS.
Estimada Paula, estoy con Ud por la usurpacion de terrenos del Ferrocarril. lo que tambien tendria que ver, que paso con las viviendas que el estado Nacional tenia que haber escrituarado, a los ex Ferroviarios que viven en casas que eran del Ferrocarril. ya pasaron mas de 20 años de todo esto.
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