Yamil Aracena y Estefanía Arabia son dos jóvenes de 13 años, que desean clasificar para el Sudamericano de Juveniles.
Es un momento de recambio en la natación mendocina y muchas promesas jóvenes terminaron de retirase en los últimos tiempos como son los casos de Paula Pocchettino, Rosella Capezzone o Sebastián De Lucca, por nombrar algunas y los hicieron por diferentes razones. Y todo indica, aunque no está resuelto, que la destacada Aixa Triay dejará el deporte debido a lesiones.
Pero en el horizonte de la natación vernácula, es borrascoso. Todo lo contrario, hay varios deportistas con excelentes proyecciones, como es el caso de Estefanía Arabia y Yamil Aracena. Ambos nadadores viajarán hoy hasta la capital pampeana, Santa Rosa, a una concentración nacional con vistas al Sudamericano de juveniles en el 2017.
“Somos los únicos de Mendoza que vamos a esta concentración nacional, que es para la categoría “A” 2002 y 2003 y la idea es dar lo mejor que podamos, para seguir siendo llamados”, apuntó Estefanía , que es nadadora de Mendoza de Regatas.
“Practiqué varios deporte, y al final por superposición horarios me quede con natación. Tenía siete años. En un principio era espaldista y en un torneo me fue bien en 400 libre y el entrenador me cambió. Desde ese momento me especialicé en 400 y 800 libre”, agregó Estefanía.
En el último nacional, realizado en la ciudad de Córdoba, ganó en 400 y 800 libres. “Quedé tercera en 200 libres, la competencia era para cadetes y juveniles”.
Yamil Aracena es oriundo de Tunuyán y es un caso ejemplar. Esta es su historia. “Siempre me gustaron los deportes, practiqué fútbol, rugby, guitarra y coro, pero después me incliné por la natación: a los diez años me metieron a los equipos municipales del departamento.
En una competencia me vio el coach de Petroleros, Albano Ortega y me invitó a nadar con ellos, yo en ese momento no tenía pileta abierta en Tunuyán, así que acepté”, contó el delgado nadador valletano.
Todos los días a las 6 de la mañana sale de su casa, porque entra a las 7 a la escuela y sale a las 13. Vive a 15 minutos del centro de Tunuyán.
“Después del colegio, a las cinco de la tarde, me tomó el ómnibus para Mendoza y entreno a las 22, media hora más tarde vuelvo a mi casa en ómnibus o me busca mi papá, hay solamente un día que me quedo en Mendoza y es porque a la jornada siguiente entreno temprano. Estoy muy contento con mis compañeros, el club y con mi entrenador. Avancé mucho con Albano Ortega”, dice Aracena.
En el último torneo nacional, el mismo donde corrió Arabia, Yamil Aracena quedó entre los ocho mejores nadadores de nuestro país en su categoría: “Traje cuatro medallas, dos de bronce y dos de plata, además de dos cuartos puestos”.
Fuente: Diario Los Andes