Después de 10 días en los cuales estuvo cerrado por la muerte de 11 animales, el Zoológico de Mendoza reabrió sus puertas ayer. Las autoridades informaron que aumentaron las medidas de seguridad dentro de las instalaciones y que si no es durante esta semana, en la próxima estarán listos los análisis específicos para determinar qué causó la ola de pérdidas.
La decisión de volver a abrir obedeció a que desde hace unos días los empleados dejaron de registrar irregularidades, con lo cual las condiciones estaban dadas para que funcione con normalidad. Y si a eso se le suma que hay una serie de comercios que funcionan dentro del parque, o en sus inmediaciones, que también tienen sus necesidades, no tenía sentido continuar la medida.
Especulaciones y situación real
Sobre las hipótesis que se barajan para explicar la muerte de ocho llamas y tres ciervos, las más utilizadas son que los animales se enfermaron por tomar agua contaminada; por ingerir clavel amarillo que se puede haber colado en algún alimento o por alguna enfermedad viral.
Sobre la versión de que fue un sabotaje interno de los mismos empleados en rechazo a la idea de la actual gestión de convertir el Zoo en un ecoparque, los mismos funcionarios salieron a decir que no tiene ningún asidero.
Aunque reconocen que el abanico de motivos es vasto y que hay que esperar los análisis que se están haciendo en un laboratorio privado, los funcionarios ya descartaron la teoría “conspirativa”.
Sobre lo que sí se puede pisar firme es sobre los insumos básicos. Humberto Mingorance, secretario de Ambiente, dijo a mediados de diciembre que heredaron un Zoo sin comida, medicamentos ni combustible para las máquinas de cortar el pasto.
Las autoridades explicaron que en la primera semana de gestión consiguieron suministro de comida que les alcanzará hasta febrero; Mingorance ya está en tratativas para obtener el dinero con el que solventarán las compras de estos insumos.
Con seguridad
Durante los nueve días que estuvo cerrado, los empleados siguieron cumpliendo sus funciones.
El detalle que pasaron desde el Zoo es que se incrementó el control: se reforzó el personal privado de seguridad, hubo rondas de vigilancia en diferentes turnos y mayor presencia policial.
Volvieron las visitas
Durante la jornada de ayer, cuando las instalaciones volvieron a funcionar como hasta antes del 23 de diciembre, se pasearon dentro del Zoo mendocinos y turistas. Entre estos últimos hubo casos como el de una familia de Paso de los Libres, Corrientes, que lo habían visitado en 2007 y volvieron a ingresar ayer, dando su impresión a la salida sobre las jaulas vacías.
“Nuestra movida es contra el cautiverio”
Aunque la directora del Zoológico de Mendoza, Mariana Caram, venga de trabajar cerca de organizaciones que defienden los derechos de los animales, algunas de ellas ya exhiben diferencias con ciertos pronunciamientos y decisiones de la nueva administración del Zoo.
La voluntad de convertirlo en un ecoparque en los términos que pretende la Secretaría de Ambiente no satisface a Soledad Moretti, presidenta de Red Animalista Mendoza.
“Está bien que hayan trascendido las muertes de estos animales, pero en el Zoo se mueren permanentemente, entonces no nos sorprende. El problema es que vivan allí. Los animales se mueren en su hábitat salvaje por distintos motivos: lo grave es tenerlos encerrado. Por eso nuestra movida es contra el cautiverio”, explicó Moretti.
Esta última frase se vincula al proyecto del ecoparque que está dando vueltas en la Legislatura, en el que no se modifica la lógica de exhibir animales vivos.
“Se pueden mejorar y hacer más grandes y verdes las jaulas, pero eso sigue siendo cosificación del animal. Por eso hay que desterrar ese concepto de usar a los animales y entenderlos como objetos y no como sujetos. Se puede transformar en un parque de ciencia, un jardín botánico y aprender de animales de manera interactiva”, concluyó Moretti.
Nancy Linares, presidenta de Voluntarios por Animales, ha expresado reiteradas veces la necesidad de cerrarlo definitivamente.
(Fuente: Diario Uno)