Está en la disyuntiva. Después del gran año que tuvo en Rosario Central, a Larrondo lo pretenden en Boca y en el seleccionado chileno. Sampaoli está siguiendo al delantero mendocino.
Más allá de lo que dicen periodistas chilenos, Sampaoli y su cuerpo técnico no tuvieron contacto conmigo ni con Central, pero he visto entrevistas de él en las que está diciendo que hace tres o cuatro meses que me está siguiendo y que soy un jugador interesante. Es algo muy lindo que un técnico de una selección te admire y hable bien de vos. Hasta que no llegue un comunicado no se puede decir nada”. Las palabras son Marcelo Larrondo Páez, el delantero por el que han preguntado de la selección chilena y de Boca, nada menos, quien ayer estuvo en UNO Medios. Su papá Marino nació en Ovalle, Chile, y de ahí viene el interés del DT de la Roja por convocarlo. “Uno siempre desea jugar en la Selección argentina, pero sabiendo los delanteros que tenemos y que mi compañero Marco Ruben tuvo una temporada increíble y no fue convocado, cuesta llegar. Si me llamaran de Chile, lo evaluaría. Si me tocaría ir ahí o me llamaran de Argentina sería muy lindo ser un jugador de selección”, expresó.
–¿Cómo la estás pasando en familia?
–La verdad es que estoy contento, estoy disfrutando de estas vacaciones que, más allá del buen trabajo que hicimos, nos las merecíamos. Estoy disfrutando de la familia, del pueblo, de la gente y tratando de empezar a mentalizarme para el próximo año que va a ser una etapa nueva y algo muy lindo. Creo que el equipo se merecía esto y Central se merecía estar donde está ahora. Lo voy a disfrutar como lo hice en los seis meses anteriores.
–¿Seguirás allí?
–Tengo un año más de contrato con Central y lo cumpliré. Mi cabeza está ahí. Estoy muy bien ahí, la verdad es que la gente me recibió muy bien y tenemos un grupo que creo que en ningún lado lo conseguís y eso te hace sentir mucho mejor.
–A pesar de que muchos lo daban como el equipo que mejor juega en el fútbol argentino, ¿quedó la espina porque no consiguieron ningún título?
–La verdad es que creo que nos faltó nada más que la Copa Argentina, se sabía que el campeonato lo había ganado Boca con dos o tres fechas de anticipación. Pero bueno, lo importante es que la gente vio el sacrificio y el trabajo que hicimos. Tal vez nos merecíamos una copa y por otros motivos no la pudimos conseguir, pero el equipo se pudo levantar y le dejamos una buena imagen a la gente.
–¿Todavía te duele lo que pasó en la final de la Copa Argentina?
–Fue una pena para el fútbol argentino y lo recalco siempre, no hablo de Boca, si no de mí y de Central. A la gente le dolió mucho porque estaba muy ilusionada. Más allá de si la perdíamos, la perdíamos de otra forma. Lo que pasó pasó y hay que mirar para adelante.
–Se sacaron las ganas al ganarle a Boca en la última fecha. Se lo ofrecieron al público.
–Sí, obvio. Era como otra final más, lo digo siempre: ellos jugaban con suplentes, pero para nosotros era una final, si iban Tevez, Orión, Cata Díaz, nosotros íbamos a jugar de la misma manera que lo veníamos haciendo. En la última fecha le pudimos dar una alegría a la gente e ilusionarla para el próximo año.
–¿Extrañás la tranquilidad de Italia?
–La verdad es que fue una etapa nueva para mí, ya cuando vine a jugar al fútbol argentino era como una revancha. Disfruté día a día los partidos que jugué con Tigre y más con Central. Se notan las diferencias, se siente la gente, en Italia es mucho más tranquila, no tiene la pasión de los argentinos. Pero es lindo, creo que me encontré en una situación diferente porque la gente de Central es diferente a toda la que conozco. El equipo disfrutaba cada partido.
–De acuerdo a la buena temporada que tuviste, ¿hubo ofertas para jugar en otros clubes?
–Como dije, mi cabeza está en Central y si vienen ofertas se preocupará mi representante, pero mi cabeza por ahora está ahí.
–¿Hiciste una amistad con Jerónimo Morales Neumann en Tigre?
– Me hice muy amigo de él. Más allá de que somos mendocinos nos llevamos muy bien adentro y fuera de la cancha. Es una gran persona y me acompañó mucho en el primer semestre del año en Tigre. Por donde pasás te hacés de amigos. El grupo que hay en Central es muy lindo, eso ayudó mucho a hacer este campeonato.
–¿Coudet te dio alguna indicación que te ayudó para mejorar en lo futbolístico?
–Sí, tanto (Gustavo) Alfaro como el Chacho me dieron la confianza y la personalidad, y hacerme sentir importante como jugador. Tal vez a eso no lo pude tener en Europa, ya que no me dieron continuidad.
–¿Cómo te desenchufás de la rutina?
–Ahora, generalmente, estoy tranquilo, disfrutando con mi familia. Me fui de vacaciones con mi mujer, ahora volví y cuando vuelvo, me gusta estar en el pueblo y comer un buen asado. En las concentraciones siempre jugamos mucho al ping pong para relajarnos un poco y que se pasen más rápido las horas (se ríe).
–¿Con quienes son los duelos?
–Siempre juego con el Monito Lo Celso, Montoya y el tucumano Salazar.
–¿Y son parejos los partidos?
–¡No! Juegan muy bien, son muy buenos porque son años de pensiones como se dice, porque siempre jugaste al ping pong, al pool o al metegol. A eso no lo saltás nunca. Tenemos un buen grupo.
(Fuente: Diario Uno)