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Cornejo habló de educación y repartió palos para padres y sindicatos

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CornejoEn su primer discurso como gobernador, Alfredo Cornejo presentó su plan para educación. Lanzó dardos contra: gremio, trabajadores y padres. Además, el sucesor de María Inés Abrile de Vollmer, Jaime Correas, habló de combatir a los suplentes «punteros».

Subiendo el tono sostenidamente, Alfredo Cornejo agarró fuerte el bastón de mando y en su primer discurso como gobernador puso especial énfasis en la Educación. Buscando reivindicar la figura de «la maestra como héroe» repartió palos a varios y a varias: familias, suplentes y SUTE.

Partiendo de un diagnóstico bastante desalentador -9 alumnos por profesor en Mendoza que no se traduce en resultados óptimos; un 54% de los egresados del país no entiende lo que lee y, por último, que existe un crecimiento significativo de la planta de celadores en los últimos ocho años, de 5 mil a 12 mil, según denunció- marcó ocho objetivos a cumplir desde la Dirección General de Escuelas que, hasta ayer, condujo María Inés Abrile de Vollmer.

Mostrándose más guerrero que diplomático, Cornejo deseó los siguientes cambios en la cartera:

1-Quiero que de séptimo grado todos salgan habiendo aprendido a leer, escribir y comprender textos como corresponde.

2-Quiero que los chicos, como dice la ley, terminen la secundaria porque es sabido que casi la mitad de los adolescentes no lo hace.

3-Quiero un enfoque distinto del sistema educativo; es decir, que no esté encerrado mirándose a sí mismo sino que tenga la mirada del conjunto de los mendocinos.

4-Quiero que respetemos a la maestra porque cada vez que hay una sanción contra el alumno nos la agarramos con ella. En ese sentido, tenemos que reprender a nuestro hijo por no haber sacado la nota que corresponda. Yo me pregunto… ¿desde cuándo la maestra es la culpable de que el chico no aprenda?

5-Quiero, sí, que los maestros se esfuercen en la búsqueda de otros recursos pedagógicos para los nuevos niños y la nueva juventud, distintas a las de hace diez o quince años atrás.

6-Quiero que los empresarios se comprometan con la Educación; quiero que custodien lo que hacemos. Quiero que la discusión sobre lo que se hace no quede sólo entre el sindicato y el gobierno sino que deben involucrarse otros actores, que opinen y exijan y que le exijan al sindicato también a no buscar privilegios sino a que los pibes aprendan.

7-El papá, la mamá, el abuelo o el tutor deben estar involucrados en la Educación. La familia es la responsable de que ese chico aprenda.

8-Necesito a los padres exigiéndole al gobierno por la infraestructura escolar pero también al sindicato porque los chicos aprendan y tengamos 180 días de clases y no paros y paros y asambleas tramposas.

Todo ello, lo puso en el contexto de una deficitaria situación de las arcas públicas –»recibo la provincia con un déficit de 8 mil millones de pesos sólo por 2015″, subrayó- e insistió con la necesidad de eficientizar y optimizar los recursos. «No puede haber tres a cuatro suplencias por cargo; las cuales son pagadas por el Estado con plata de todos», se quejó.

Bajo esa enumeración de «cambios», y recuperando la figura de Faustino Sarmiento quien, como recordó, pregonó por la educación pública para quienes más lo necesitaban, ironizó frente a sus detractores: «Podrá decir algún iluminado que éstas son metas pobres; pero, cierto es que, hemos caído tan bajo que son las metas que me toca alcanzar».

Contra los celadores «punteros políticos»

El exdirector periodístico de diario UNO que sucederá a María Inés Abrile de Vollmer en la Dirección General de Escuelas, Jaime Correas, celebró las palabras de Cornejo e hizo hincapié no sólo en la necesidad de encarar un cambio cultural sino también en la de bajar el número de celadores devenidos en punteros políticos.

Luego, a propósito de los números que brindó Cornejo y él mismo, avisó que «nuestras cifras van a ser malas porque vamos a dejar de mentir. Hasta acá, el 54 por ciento de los egresados en el país no entiende lo que lee».

Y, yendo más allá de las estadísticas, aclaró: «El respeto a los docentes no se mide con cifras. El interés de los chicos no se mide con cifras. El hecho que se involucre la familia en la escuela no se mide con cifras. Hay temas culturales para cambiar».

Finalmente, focalizó en que «antes de esta gestión (en referencia a la de Vollmer en Educación y Pérez en el Gobierno) había 5 mil celadores; mientras que, hoy, hay 12 mil… claramente estamos frente a punteros políticos».

«Se ha incorporado gente en muchos cargos como punteros políticos y no han aumentado los edificios escolares como para que esto suceda. Si tenemos 1.500 aproximadamente edificios escolares explíquenme por qué tenemos 12 mil celadores», cerró advirtiendo, además, que apostarán por los 180 días de clases para el 2016 cuestionando los feriados, los puentes, las desinfecciones y otros motivos de cierre de escuelas.

(FUENTE: MDZ on line)