Estos consejos son aptos para cualquier ser humano, por lo tanto, no pienses en «esto no es para mí». Si estás angustiado o enojado proponete practicarlos y vas a ver que te van a dar resultados.
La doctora estadounidense Jill Bolte es una reconocida neuroanatomista y especialista en enfermedad mental que hace 9 años sufrió un derrame cerebral. Esta situación manifestó una crisis en su interior, que la llevó a profundizar en la autoconciencia.
Entendió que en la vida cada persona tiene el poder de elegir quién es y cómo quiere ser en este mundo. Y gracias a sus investigaciones llegó a cuantificar el tiempo de las emociones en 90 segundos, pasados los cuales la exaltación desaparece.
Hoy dedica su vida a compartir su experiencia, escribió el libro My Stroke of Insight y dio una charla TED vista por más de 17 millones de personas. Hoy te aconseja qué te conviene hacer cuando tenés uno de esos días en los que hubieses preferido no levantarte de la cama:
1. Sonreír: Cuando te sientas triste o enojado mové tus músculos de la boca hacia arriba. Hay un dicho muy lindo que dice: «Sonríe, confunde a la gente». Esta postura influye directamente sobre el estado de ánimo. Según el psicólogo William James, esto se llama feedback facial, por el que “las expresiones faciales están conectadas a lo que sentimos”. Por lo tanto, sonreír te hace sentir más feliz.
2. Reírte de tus propias miserias. Si te enojaste con alguien o nada te sale bien, aprendé a reírte de vos mismo. Esto facilita el cambio de actitud. Esta idea comenzó de la mano de Albert Ellis, psicólogo norteamericano, considerado uno de los más influyentes de la historia, que en Terapia Racional Emotiva planteó algunas técnicas que hoy todavía están vigentes, que tienen que ver con eso, hacer chistes, exagerar las propias miserias y verbalizarlas, al hacerlo uno se saca un peso de encima y entiende muchas veces que no son tan terribles.
3. Enviar un mensaje a un amigo. Mandarle un emoticón, una foto o un tema musical que les guste. O simplemente un texto para saludarlo. Esto nos ayuda a sentirnos acompañados. Socializar nos hace más felices. La tecnología ayuda mucho a encontrar rápido a alguien para conversar, por más que se encuentre a miles de kilómetros.
4. Se solidarios con el prójimo. Ser serviciales tiene un efecto positivo en las otras personas, y en nosotros mismos. Esto lleva un poco más de tiempo que «solo segundos» como te anunciamos, pero es muy efectivo. Puede ser, desde dar el asiento en el ómnibus hasta Involucrarse con una fundación, un hospital o una institución educativa que lo necesite. Hay estudios que afirman que los activistas se sienten más vitales que aquellas personas que no adquieren compromisos acordes con sus ideales.
5. Comer algo que nos guste mucho. Dejando de lado los excesos, comer algo rico nos hace bien y hay una razón científica. Cuando comemos no nos angustiamos, es por eso que las personas ansiosas comen sin hambre. Comer es una respuesta antagonista a la ansiedad tan efectiva como el sexo. Según el presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, Antonio Cano Vindel, comer un caramelo en el momento preciso puede salvarnos de un disgusto. Lo mismo sucede con el orgasmo, pero lleva más tiempo.
6. Comprarse algo o mirar cosas que nos gustan. Esta actividad tiene un efecto psicológico que ayuda a levantar el ánimo. Los estudiosos relacionan el efecto con la dopamina. La neurociencia descubrió que comprar activa las mismas regiones cerebrales que la droga. Igual, hay que hacerlo con mucha conciencia, no hay que caer en compras compulsivas o desmedidas.
Podés simplemente navegar por estos lindos sitios de compra y venta online, y mirar cosas que te gusten sin comprar nada. El efecto es el mismo.
7. Escribir en una frase algo lindo de tu vida. La gratitud es uno de los pilares de la Psicología positiva. No es otra cosa que ubicarse en el aquí y ahora, apreciar la vida como es y apreciar todo lo que tenemos. Es uno de los consejos de la autora Sonja Lyubomirsky, de la Universidad de California, autora del libro La ciencia de la felicidad. Recordar o anotar dos aspectos positivos de nuestra vida nos llevará apenas unos segundos y tendrá resultados muy positivos en nuestro estado de ánimo.
8. Mirar videos de gatitos. Jessica Gall, investigadora de la Universidad de Ilinois, realizó un estudio del que participaron siete mil personas y consistía en descubrir qué provocan los tan exitosos videos de felinos en nuestro estado de ánimo. Los resultados fueron contundentes, los participantes argumentaron que los videos de gatitos les generaban sentimientos positivos.
Esto se explica porque cuando miramos videos tiernos o graciosos, nuestro cuerpo produce neurotransmisores como la oxitocina, hormona responsable de que amemos, seamos fieles, compasivos, amables.
Entre sus conclusiones estuvieron que los incondicionales de estos vídeos reportaban sentir más energía y positividad, a la vez que reducían el malestar emocional.
El profesor de Hardvard y doctor israelí Tal Ben-Shahar, experto en Psicología Positiva, sostiene que la alegría se puede aprender, del mismo modo que uno se instruye para esquiar o jugar al golf: con técnica y práctica.
Estos consejos son aptos para cualquier ser humano, por lo tanto, no pienses en «esto no es para mí». Si estás angustiado o enojado proponete practicarlos y vas a ver que te van a dar resultados.