El objetivo oficial es redefinir las rutas de vuelo de la empresa, acelerar el proceso de renovación de la flota de aviones y elevar la productividad de los trabajadores, lo que supone la eliminación de una serie de privilegios laborales.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, anunció ayer un plan para mejorar el funcionamiento de Aerolíneas Argentinas, en lo que definió como el comienzo de una segunda etapa desde la estatización de la compañía, en julio de 2008. El objetivo oficial es redefinir las rutas de vuelo, acelerar el proceso de renovación de la flota de aviones y elevar la productividad de los trabajadores, lo que supone la eliminación de una serie de privilegios laborales. Además, el funcionario aseguró que a partir de ahora cualquier tipo de conflicto gremial deberá ser resuelto en el Ministerio de Trabajo. Las medidas llegan en medio de una fuerte disputa con los sindicatos que afectó el normal funcionamiento de los vuelos durante las últimas semanas.
El anuncio se realizó al mediodía en el microcine del Ministerio de Economía. De Vido estuvo acompañado por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; su par de Turismo, Enrique Meyer; el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, y el presidente de Aerolíneas, Mariano Recalde, quien enumeró las medidas que se implementarán. En las primeras filas se ubicaron los funcionarios de Planificación Roberto Baratta, Daniel Cameron, Jorge Mayoral, Abel Fatala y Lisandro Salas; la presidenta de la CNEA, Norma Boero; el titular de Aysa, Carlos Ben; el gerente de Aerolíneas, Axel Kicillof, y decenas de cuadros medios y asesores que respaldaron los anuncios con aplausos.
De Vido comenzó su discurso recordando que Aerolíneas sobrevivió a muchas de sus antiguas competidoras, como Varig, Viasa, Braniff, AeroPerú, Panam, Lloyd Aéreo Boliviano y Swissair, entre otras. “Son más de 50 compañías que arrancaron prácticamente con Aerolíneas y hoy ya no existen”, afirmó. Luego dijo que la supervivencia de la línea de bandera fue posible gracias a sus trabajadores, a los usuarios y a la decisión política de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. También recordó que desde que el Estado se hizo cargo, la empresa incrementó sus aviones de 26 a 68, mejoró sus frecuencias de cabotaje un 40 por ciento, sus ventas un 17 por ciento, la cantidad de pasajeros un 21 por ciento y el resultado económico general un 48 por ciento. Entre los logros incluyó además haber levantado el concurso de acreedores e incorporar a la aerolínea a la Agencia Internacional de Aviación y a la alianza Skyteam, junto a compañías como Delta, KLM y Air France.
En respuesta a las críticas que recibe la compañía por el déficit operativo que mantiene, De Vido afirmó que es imposible comprender la situación actual sin tomar en cuenta la crisis internacional que retrajo la demanda de pasajes y la suba del precio del petróleo que impactó en los costos. A nivel local, este efecto negativo se vio potenciado por la erupción del volcán chileno Puyehue, que forzó la cancelación de cerca de 3500 vuelos por las cenizas. Luego, el ministro afirmó que la realidad internacional y local llevó a la Presidenta a tomar la decisión de dar paso a una nueva etapa en la que buscará redefinir las rutas de vuelo de la empresa, acelerar el proceso de renovación de la flota de aviones, elevar la productividad de los trabajadores y canalizar los conflictos gremiales a través del ministerio de Trabajo.
Revisión de las rutas
El principal objetivo va a ser incrementar la cantidad y frecuencia de los vuelos nacionales. “Estamos dispuestos a subsidiar cuanto sea necesario para que ese objetivo se cumpla porque creemos que hay algo más que rentabilidad económica en las rutas que unen a Buenos Aires con el interior. Es nuestra decisión integrar la Argentina. En un país tan grande como el nuestro no existe la integración sin la aviación”, afirmó De Vido.
El titular de Aerolíneas, Mariano Recalde, aclaró luego que convocará, junto con el Ministerio de Turismo, a los gobernadores y a representantes del sector para analizar el diseño de la red de vuelos, fijando prioridades según las necesidades de desarrollo de las economías regionales y de fomento del turismo receptivo.
Con respecto a las rutas internacionales, De Vido sostuvo que el mercado regional va a ser una prioridad, porque es el más importante para el país desde el punto de vista económico y en cuanto a la cantidad de pasajeros. Puso como ejemplo el caso brasileño al decir que los turistas provenientes de ese país gastan en la Argentina 221 dólares por día, mientras que la media de los turistas extranjeros no llega a 120 dólares.
Por último, sostuvo que se revisará toda la oferta internacional de largo alcance porque no tiene sentido que Aerolíneas subsidie destinos desde los cuales llegan cada vez menos visitantes. De hecho, mencionó que Estados Unidos, Europa y Oceanía explican el 40 por ciento del déficit. “Vamos a pensar a la empresa con la lógica de la rentabilidad y la competitividad en los destinos internacionales en los que hay la oferta alternativa en abundancia”, agregó. Fuentes de Planificación igual dejaron en claro a Página/12 que cualquier cambio que se decida no será inmediato ni afectará a quienes tengan comprados sus pasajes.
Como parte de esta revisión integral de rutas, se modificará también el criterio que impide utilizar aviones de Austral para vuelos internacionales.
Modernización de la flota
De Vido afirmó que se respetará el plan de negocios presentado el 9 de noviembre de 2009, donde figura el objetivo de modernizar y homogeneizar la flota para ahorrar costos. Recordó que al momento de la estatización, la empresa tenía una flota con 19 años de antigüedad, la más vieja de América, y siete tipos diferentes de aviones, mientras que en 2012 la antigüedad promedio se reducirá a nueve años, con sólo tres tipos de flota: los aviones Embraer, Airbus y Boeing.
Recalde aclaró luego que a partir del 1º de febrero se desprogramarán de la flota los viejos Boeing 747-400 (Jumbo), para tener finalmente una sola flota de aviones para los vuelos internacionales (Airbus). También dejarán de volar los viejos aviones MD y los 737-500 para unificar la flota de corto alcance. En tercer lugar, anunció que culminará el proceso de unificación de la flota de aviones de Austral, donde ya se incorporaron 20 aviones Embraer y se desprogramará de esa empresa la flota de aviones MD.
Productividad de los empleados
El ministro De Vido señaló que desde la estatización la cantidad de aviones creció un 161 por ciento, pero las horas de vuelo subieron apenas 16 por ciento. En la actualidad, los pilotos vuelan 30 horas en promedio y el objetivo oficial es igualar esa cifra con los parámetros internacionales, que oscilan entre 60 y 80 horas por mes. Recalde detalló después las medidas que se implementarán para lograr ese objetivo (ver página 2).
Cuestión gremial
El Gobierno remarcó que bajo ninguna circunstancia Aerolíneas Argentinas podrá convertirse en el campo de batalla donde se diriman discusiones corporativas.
“Cualquier diferendo, conflicto o reclamo que reconozca sus bases en un problema gremial será derivado al Ministerio de Trabajo que será la segunda y última instancia en la resolución del problema”, dijo De Vido. Recalde agregó después que también se buscará poner fin al conflicto intrasindical que les impide, por ejemplo, a los pilotos de cabotaje realizar vuelos regionales.
“Es una instancia de diálogo”
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, dejó ayer en claro que las diferencias entre empresas y trabajadores deben discutirse en el marco de la ley. Lo hizo al confirmar que su cartera recibió la notificación de que fue aceptada “la demanda presentada por el ministerio” para que le quite la personería jurídica a la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), que preside Ricardo Cirielli, por “la gravedad del caso”. “De lo que trata esta presentación es de que respeten los derechos de todos, incluso de los trabajadores y de las organizaciones sindicales en orden al conflicto y cómo se administra el conflicto en nuestro país. La administración del conflicto también tiene reglas y queremos que se sigan respetando”, aseguró en referencia a la conciliación obligatoria. Tomada explicó que se dio curso a la presentación y que el fiscal general sostuvo que “corresponde recordar que el alzamiento por parte de una entidad sindical al régimen de paz imperativa que prevé la ley constituye, de ser probado, un acto de antijuridicidad grave”. Desde la cartera laboral explicaron que el objetivo es evitar que se genere un precedente en el sector privado de no acatamiento de la ley. “En definitiva, la conciliación tiene como uno de sus sentidos generar el diálogo y preservar las fuentes de trabajo”, explicó Tomada.
“No hay ningún riesgo”
“No hay ningún riesgo desde el punto de vista del control aéreo”, enfatizó el ministro de Defensa, Arturo Puricelli. El funcionario buscó despegar las posibles dudas generadas por la denuncia realizada en su contra por el titular de APTA, Ricardo Cirielli, quien lo acusó de “poner en riesgo la seguridad aérea” con el reemplazo de controladores. “El público debe tener la absoluta tranquilidad del control del espacio aéreo, que es lo que nosotros manejamos con la Fuerza Aérea. El control está garantizado y prestado con personal capacitado”, precisó el funcionario. “Los vuelos diarios se venían entorpeciendo, más allá de las cenizas, por actitudes de los controladores que eran absolutamente sin justificación alguna”, aseveró Puricelli. Ayer, en el aeropuerto de Tucumán los trabajadores de ATE realizaron una protesta donde reclamaron que el gobierno nacional revea la decisión de que el control aéreo vuelva a depender de la Fuerza Aérea. La protesta no generó demoras en la llegada y salida de vuelos.
Fuente: Págiina 12