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Bernardo Kliksberg: «La AUH es el mayor programa social de la historia argentina»

Télam Buenos Aires, 05/01/2010 Una gran cantidad de personas con sus hijos en cochecitos, participaron de la marcha para apoyar la decisión del gobierno nacional de implementar la asignación universal por hijo. Foto: Alejandro Belvedere/Télam/cf
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El 29 de octubre de 2009 se lanzó la Asignación Universal por Hijo, implementado gracias a un decreto firmado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. También se informó que estaría disponible, desde diciembre, para unos cinco millones de chicos pertenecientes a familias de desocupados o que trabajan en la economía informal y que tienen la obligación de presentar los certificados de vacunación, control sanitario obligatorio y escolaridad. La Presidenta afirmó que «es un acto de estricta reparación, pero será un acto de justicia cuando cada padre tenga un buen trabajo, un buen salario y una buena casa». 

El doctor en Economía, Bernardo Kliksberg, autoridad mundial en temas de pobreza, realizó un estudio sobre la evolución de la AUH en los cinco años que lleva en aplicación. Junto a Irene Novakovsky, acaba de publicar el libro «El Gran Desafío. Romper la trampa de la desigualdad desde la Infancia». En este trabajo, uno de los hombres más consultados en materia de pobreza y responsabilidad social, reflejó la evolución de la Asignación Universal por Hijo (AUH) en los últimos cuatro años en Argentina.

¿Para usted la AUH es una de las políticas sociales más exitosas?

-No es una opinión en mi caso, sino una investigación. Vigilo una investigación de fondo, evaluando los 5 años desde su implementación.

Consultamos a las únicas que tienen derecho a opinar realmente que son las madres, entrevistamos a 3.180 madres en todo el país, es una muestra estadística que tiene menos de un 3% de error, utilizamos las técnicas más avanzadas de la investigación social y las conclusiones que se extraen de allí están en un libro que presentamos en estos días que se llama «El gran Desafío. Romper la trampa de la Desigualdad en la Infancia» y allí están los cuadros estadísticos y las conclusiones de las voces que salen de más de 3.000 madres pobres, que representan a los 3.600.000 niños que reciben la AUH.

-¿Y cuál es el resultado?

-Lo que surge de la encuesta es categórico y va en contra de algunas voces que no tienen estadísticas y que indican que el dinero se mal gasta. La plata la manejan las madres, son las únicas, según he asesorado, a las que deben apuntar estos programas. Las madres argentinas han gastado la asignación en comprar mejores alimentos, a los que no tenían acceso.

Algunos chicos por primera vez comieron carne, siendo que la Argentina es un país productor. Lo están gastando en todo lo que puede ser bueno para los chicos, y eso está produciendo unos resultados fantásticos porque está mejorando el nivel de nutrición, ha mejorado la salud y la educación.

Los chicos que reciben el programa desertan mucho menos de la escuela y tienen menos repetición.

Las madres han hecho todo esto como gerentas excepcionales, porque el programa solo se entrega si vacunan a los chicos y entregan el boletín.

-Sin embargo, esto no parece suficiente, teniendo en cuenta que todavía hay pobreza extrema en Argentina…

-Pero de acuerdo a mis cálculos, es el mayor programa social de toda la historia argentina, nunca un programa tuvo tanta inversión en el producto bruto. Es similar al que aplicó el presidente Lula Da Silva en Brasil, conocida como «Bolsa Familia».

Lo que sucede es que la gente piensa que los pobres con un programa dejan de trabajar. La gente que recibe el programa sólo es el 25% de los ingresos, son familias que trabajan, pero sin calificación, por eso, tienen que tomar lo que salga. Entonces, trabajan porchanguitas por una muy pequeña suma.

Esto ha permitido que las familias busquen mejores empleos porque el 25% de lo que representa la asignación universal lo tienen asegurado.

-¿Si son contratados, dejan de recibir la asignación?

-Así ha sucedido, esa fue la mejor noticia de la investigación que dirigí, en el marco de la Organización Iberoamericana de Protección social, cuando se le devuelven derechos a la gente pobre sucede eso.

-¿Cuántos dejaron de percibir la asignación porque consiguieron un trabajo?

-Se habla de medio millón, que se han graduado del programa. En este momento, casi 100.000 mujeres pobres están recibiendo cursos, para ser plomeras, electricistas, soldadoras. Los resultados no me sorprenden porque lo mismo está pasando con 80 programas en 19 países de latinoamérica.

Esto no termina con la pobreza, pero muestra que si se apuesta a los pobres, los pobres lo que están esperando. Mejora el tema de la pobreza extrema.

-La apuesta es a las madres, no a los padres

-El programa está rompiendo la violencia de género, porque es la madre la que tiene la chequera y la que cobra la asignación. Hay una cantidad de separaciones de madres pobres, que les pegaba el cónyuge, ahora tienen una pequeña base económica.

Pero les cuento que el programa llega a 3.600.000 niños pobres, pero hay 4.000.000 niños pobres, hay un 10% al que no pudimos llegar, porque son chicos indocumentados, porque las políticas de Menem en los 90′, los tiraron tan abajo, que muchos quedaron fuera de un marco social organizado.

El programa va a tener que profundizar mucho más -es una de las recomendaciones que he hecho, si hay niños abandonados y en la calle. Nos faltan 400.000 niños, que Menem dejó sin ninguna esperanza.

-¿Cómo puede Argentina reducir la pobreza con niveles tan altos de inflación?

-Los niveles de inflación tienen que ser moderados. La película muchas veces la cuentan muy corta. Hay un peligro peor que se llama la deflación que es, lo que pasa en Europa.

Las políticas de austeridad mataron a los compradores, los precios bajan, no hay empleo y caen los precios.

Creo en una profunda articulación de fuerzas, con el empresario para salir de la pobreza. La política pública y la responsabilidad social, y entidades intermedias como los bancos de alimentos.

Necesitamos que los medios se ocupen mucho mas de los temas de pobreza, preguntándose porque los países nórdicos, tienen altísimo crecimiento económico y cero de pobreza,son los más avanzados en casi todo.

Bueno tienen una enseñanza de calidad, protección social y sanidad gratuita, que no es hacerles un favor, sino garantizar los derechos de los ciudadanos en una democracia.

La clave está una gran alianza, entre las políticas públicas y la empresa privada, que es motor de la economía, pero debe asumir a fondo y leer a fondo lo que escribe y hace Valos -empresa de Mendoza- desde la responsabilidad social y medios socialmente responsables.

(Fuente: Diario MDZ on line)