La Presidenta pidió a los organismos de crédito que dejen crecer a los países en crisis y enfatizó que “el FMI debería cuidar que no se endeuden y no pongan en peligro la seguridad alimentaria e institucional”. La jefa de Estado se reunirá luego con el presidente italiano y cerrará así su visita a Roma, que incluyó un encuentro con el Papa.
A su vez, la presidenta pidió “regulaciones globales” para evitar la “acumulación” de alimentos con fines especulativos, que es uno de los problemas que identificó como generador de hambre en el mundo.
“Así como los subsidios y las barreras para-arancelarias no permiten la libre competencia en materia alimentaria, los alimentos se convierten también en un tema de especulación. En mi país, de acuerdo a informes, hay reservas del 60 por ciento de soja a nivel global. El Estado no puede intervenir y obligar a vender, pero debería haber regulaciones globales para que ésto no ocurra. Pedimos que la especulación tenga regulación, como otras tantas cosas en el mundo”, dijo la mandataria en su mensaje ante la 39 conferencia de la FAO, que se realiza en su sede, en Roma.
Durante su exposición, la mandataria se preguntó si se va a permitir que exista “acumulación” especulativa de alimentos mientras mucha gente “se muere de hambre”, y planteó en este contexto la necesidad de la “intervención”, “no para socializar”, sino para impedir que se “especule con el hambre”.
“Por eso, creo que deberíamos impulsar regulaciones, para terminar con el vendo o no vendo, que tiene que ver con que la gente pueda comer”, resumió Cristina, quien recordó cuando durante la crisis económica internacional de 2008, se especuló con el arroz, porque sus productores sabían que los organismos internacionales y los Estados iban a salir al rescate.
La Presidenta estuvo acompañada por el canciller Héctor Timerman, el ministro de Agricultura Carlos Casamiquela, el embajador argentino ante la FAO, Claudio Rozencwaig, el embajador ante el Vaticano, Eduardo Valdés y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, entre otros funcionarios.
Cristina Fernández de Kirchner, que hoy concluye su visita oficial a Roma, también pidió “regulación” sobre estructuración de deudas financieras, y recordó que Argentina casi “voló por los aires en 2001” por su deuda y que “hoy otros países están viviendo la misma situación”.
“Tenemos confianza que exista regulación financiera que permita que, por ejemplo, habiendo Argentina arreglado con el 93 por ciento de sus acreedores, no sea extorsionada por fondos buitres, algo que es inconcebible desde lo más lógico y equitativo”, consignó la mandataria, quien luego se reunió con su par italiano Sergio Mattarella, y está previsto que mañana viaje a Milán.
Según dijo la jefa de Estado, “cuando alguien le presta algo a alguien a tasas usurarias, debe saber que lo más probable es que no se lo pueda devolver”, porque “nadie puede pagar más de lo que ingresa”.
“No sólo hay que cuidar de los países, para que no hagan políticas populistas, sino también para que no se endeuden exhorbitantemente y pongan en peligro la seguridad alimentaria e institucional”, manifestó.
En este contexto, Cristina recordó que en los noventa las políticas neoliberales ponderaban el mercado como “un vaso que se derramaba” solo, y dijo: “Nosotros decidimos volcar ese vaso para el lado del conjunto de la sociedad, porque sabíamos que de esa manera se iba a dinamizar la economía”.
Por eso, señaló que más allá de la distinción recibida por la Argentina hoy en la FAO por sus resultados en la lucha contra el hambre a partir de su programa alimentario implementado en 2005, el país ha tenido “un proyecto de país, y un modelo de sociedad más justa e igualitaria, que es el mejor antídoto en la lucha contra el hambre y la pobreza”.
La Argentina recibió de parte de la FAO una distinción por cumplir con el primer Objetivo del Milenio, que tiene como meta la reducción del hambre a la mitad.
En este marco, Cristina Fernández informó que la pobreza en Argentina bajó al 5 por ciento, en tanto que los niveles de indigencia se ubican en 1,27 por ciento.
La mandataria recordó también que este año Argentina tendrá un récord en cosecha de granos, con 119 millones de toneladas, y señaló que como gran productor de alimentos, “Argentina tiene capacidad para alimentar a más de 400 millones de personas”.
Entre las políticas activas implementadas por la gestión que comenzó en 2003, la mandataria mencionó la “libre” negociación de salarios entre trabajadores y empresarios en el marco de las paritarias, la demanda agregada y el Estado sosteniendo el salario mínimo, vital y móvil, que es el más alto de la región y que “crece año a año” por encima de los niveles de inflación, además de la recuperación por parte del Estado de los recursos de los trabajadores.
Cristina señaló también la importancia de la producción de alimentos con mayor tecnología, pero también con mayor equidad en su distribución, lo que se consigue -dijo- “con trabajo bueno y decente”.
La Presidenta asumió que mientras se trabaja para ello, también es necesario proteger a los sectores más vulnerables “con políticas que no sean clientelares, sino que los garantice y empodere para que no dependan del poder de turno en lo que se refiere al acceso a los alimentos, educación y vivienda”.
“La articulación entre lo público y lo privado debe existir. Sabemos que el Estado es insustituible, y lo comprobamos en la crisis de 2008, cuando el Estado tuvo que hacerse cargo de los que no tenían trabajo, ni educación ni salud”, aseveró la mandataria.
Fuente: Télam