Concluyó anoche la marcha estudiantil convocada para protestar por la situación de Rodrigo Avilés, un alumno en riesgo de muerte por un golpe en la cabeza que sufrió luego de ser azotado por un chorro de agua en otra concentración.
Los manifestantes se enfrentaron con Fuerzas Especiales de Carabineros e incendiaron la sucursal de un banco al término de la marcha, de la que participaron en la zona céntrica de Santiago unas 100 mil personas, según cifras de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), organizadora de la demostración.
El intendente (gobernador) de Santiago, Claudio Orrego, condenó los incidentes y llamó a los organizadores a repudiar estas acciones.
«Creemos que todos los sectores, incluyendo a quienes han convocado a estas manifestaciones, deben condenar en forma enérgica estos actos delincuenciales que no tienen ninguna justificación en democracia».
La marcha fue convocada en homenaje al estudiante Avilés, quien se encuentra en riesgo vital tras azotar su cabeza en el pavimento el pasado 21 de mayo, al caer impactado por el chorro de agua lanzado por Carabineros.
La institución informó ayer la baja del uniformado involucrado en los hechos, tras conocer nuevas imágenes, registradas por Televisión Nacional, con el momento exacto del impacto y el procedimiento de Fuerzas Especiales en la manifestación realizada en Valparaíso.
“En el día de hoy (ayer), en horas de la tarde, se nos entregaron imágenes donde efectivamente se muestra que el chorro del carro lanza aguas golpea a este joven y se cae al suelo”, anunció el general Ricardo Cartagena, jefe de Zona Control Orden Público.
Desde el Palacio de La Moneda, el ministro del Interior, Jorge Burgos valoró la revelación de las imágenes. «Es un antecedente muy importante que será evaluado de manera clara por el fiscal. La investigación no quedará hasta ahí».
Al conocer la noticia, Soledad Bravo, madre Avilés, señaló en plena marcha en homenaje a su hijo que le parecía triste la baja del carabinero.
«Me parece muy triste que la cadena de mando no opere en este caso, que la persona que está recibiendo la última orden sea la que pague, me parece que es una tremenda injusticia. Siempre pagan los más pobres, los más débiles y los que tienen menos poder, y eso es intolerable, no puede estar sucediendo (…) ese señor que disparó el cañón de agua, no se mandaba solo”, sentenció.
Fuente Télam