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Se cumplen 30 años del estreno de Esperando la carroza

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Esperando la carrozaEl 6 de mayo de 1985 se estrenó la que se convertiría en una de las películas argentinas más célebres de todos los tiempos. Dirigida por Alejandro Doria, contó con actuaciones memorables de Antonio Gasalla, China Zorrilla, Luis Brandoni y Betiana Blum

En el momento de su estreno comercial, esta comedia negra basada en el libro teatral de Jabobo Langsner tuvo un éxito moderado y críticas muy adversas. Sin embargo, con el tiempo fue convirtiéndose en un filme de culto, registrando elevados niveles de audiencia en sus transmisiones televisivas. Hoy, 29 años después, es un clásico de la cinematografía argentina, que sigue despertando risas en todas las generaciones y ha instituido frases célebres que pasaron a engrosar el acervo popular argentino (por ejemplo “Yo hago puchero, ella hace puchero, yo hago ravioles, ella hace ravioles”, “¡Qué país!” o «Una pobreza digna»).

La película se originó en la pieza teatral homónima del rumano-uruguayo Jacobo Langsner, autor del género teatral denominado «grotesco rioplatense». Antes de pasar a la pantalla grande, también fue emitida una versión televisiva por canal 9 dirigida por Alejandro Doria y que contó con las actuaciones de China Zorrilla –que también tendría un papel protagónico en el filme-, Pepe Soriano, Raúl Rossi, Dora Baret, Alberto Argibay, Lita Soriano, Alicia Berdaxagar, Marta Gam y la participación de la actriz y Hedy Crilla.

Doria se encargó de la versión y adaptación cinematográfica y no se equivocó al conformar un elenco estelar conformado por actores de teatro y cine rioplatenses: China Zorrilla, Luis Brandoni, Betiana Blum, Julio de Grazia, Juan Manuel Tenuta y participaciones especiales de Enrique Pinti y Cecilia Rossetto, entre otros, y figuras que posteriormente alcanzaron fama como Darío Grandinetti, Mónica Villa, Andrea Tenuta y Lidia Catalano. Pero el personaje más memorable, y que todavía perdura y puede verse en la actualidad, es Mamá Cora, interpretado magistralmente por Antonio Gasalla.

esperando la carroza 2Esperando la carroza muestra, a través de un afilado humor negro, a una típica familia argentina de clase media que, a partir de una confusión, comienza a mostrar sus intimidades, sus miserias y enfrentamientos históricos. Mamá Cora (Antonio Gasalla) es una octogenaria madre de cuatro hijos: Antonio (Luis Brandoni), Sergio (Juan Manuel Tenuta), Emilia (Lidia Catalano) y Jorge (Julio De Grazia), con quien vive y que atraviesa una angustiante situación económica. La tensión financiera sumada a la falta de espacio y constantes conflictos generacionales con la anciana llevan a Susana, su mujer (Mónica Villa), a pedir desesperadamente al hermano Sergio que se la lleve a vivir con ellos por un tiempo. En medio de esa discusión, Mamá Cora desaparece y, de a poco, los demás integrantes de la familia van apareciendo hasta que la falta de la madre se evidencia y se inicia el desopilante camino de malos entendidos que llevan, incluso, a darla por muerta.

Las situaciones disparatas y grotescas revelan una trama y unos personajes arquetípicos que desnudan la doble moral y la hipocresía de la sociedad argentina post-dictadura, en plena primavera democrática, con nuevas reglas culturales, económicas y sociales. Las mentiras, la prosperidad económica de proveniencia dudosa, el desprecio por los viejos, las infidelidades, el cinismo político, el individualismo….Esperando la carroza es una lectura de época que todavía muestra vestigios, aunque no sea con ciertos ribetes mitológicos, del ser nacional. Pero, y aquí radica su genialidad, es una película extremadamente graciosa, de un ritmo narrativo que resiste el paso del tiempo y de actuaciones antológicas.

El 2 de abril de 2009, luego de 23 años, se estrenó una segunda parte filmada en 2008 con un guión que había sido escrito en 1986, también por Jacobo Langsner, pero esta vez con dirección de Gabriel Condron. Alejandro Doria, quien falleció en junio de 2009, no había querido dirigir una segunda parte porque, en sus propias palabras, “no se puede competir con un mito”.

 

Fuente: argentina.ar