> Calendario del Archivo de Noticias <

Un día como hoy se produce la Batalla de Salta

Batalla de Salta
WhatsApp
Facebook
Twitter
Imprimir
Batalla de Salta
Batalla de Salta

Un 20 de Febrero del año 1813, en enfrentamiento con los realistas, en el curso de la Guerra de Independencia de la Argentina, Belgrano triunfa en Salta.

La batalla de Salta fue un enfrentamiento armado librado en Campo Castañares, hoy zona norte de la ciudad de Salta, en el curso de la Guerra de la Independencia. El Ejército del Norte, al mando del general Manuel Belgrano, derrotó por segunda vez a las tropas realistas del brigadier Juan Pío Tristán, a las que había batido ya en septiembre anterior en la Batalla de Tucumán. La rendición incondicional de los realistas garantizó elcontrol del gobierno rioplatense sobre buena parte de los territorios del antiguo Virreinato del Río de la Plata, aseguró la región y permitió a los patriotas recuperar, provisoriamente, el control del Alto Perú.

Un paso decisivo para la revolución y la independencia
La batalla de Salta fue un enfrentamiento armado librado el 20 de febrero de 1813 en Campo Castañares, hoy zona norte de la Ciudad de Salta, en el curso de la Guerra de Independencia de la Argentina.

El Ejército del Norte, al mando del general Manuel Belgrano derrotó a las tropas realistas a las que había batido ya en septiembre anterior en la batalla de Tucumán.

La rendición incondicional de los realistas fue estratégica ya que garantizó el control del gobierno rioplatense sobre el Alto Perú, y la ruta a Potosí, centro de la actividad económica del Virreinato.

Contexto
La Batalla de Salta debe ubicarse dentro de esa variedad de hechos que se abren a partir de las jornadas de Mayo de 1810, situaciones que no muestran un camino lineal sino que representan las marchas y contramarchas que un proceso revolucionario supone, con actores en pugna que se presentan con proyectos antagónicos. La Revolución de Mayo generó un movimiento democrático y popular que se reveló contra el poder absolutista español. El grupo que le dará un contenido programático y político a los primeros días de la revolución será el de la pequeña burguesía formada por intelectuales, militares y pequeños productores, entre ellos Moreno, Castelli, Belgrano, French y Monteagudo; el Plan de Operaciones de Mariano Moreno fue el programa político que expresará los intereses de estos actores.

Los primeros días de la Revolución van marcando el conflicto entre dos proyectos diferentes. Uno de tendencia nacional y latinoamericana, de contenido democrático y con una impronta proto industrialista contenido en el Plan de Operaciones, y el otro grupo, asentado en el puerto de Buenos Aires, reactivo a mantener las fronteras del Virreinato que se extendían hasta Perú y cada vez más, con la pretensión de construir una Argentina apéndice de los designios británicos. Esta tensión se reproduce durante las sesiones de la Asamblea del año XIII y coinciden también con los sucesos de la Batalla de Salta. En los meses previos a la Batalla de Salta encontramos dentro del proceso revolucionario una avanzada del ala morenista que logra imponerse sobre el primer Triunvirato hegemonizado por la tendencia reaccionaria. La presencia de Belgrano, Monteagudo y San Martin le otorga a la causa revolucionaria una impronta progresiva, de esto deriva el triunfo en la Batalla de Tucumán, el llamado a la Asamblea, la victoria de San Martín en San Lorenzo, la recuperación de Montevideo, etc.

La importancia estratégica del Norte
Pese a que la capital del virreinato del Río de la Plata se había puesto en Buenos Aires, para evitar una posible invasión portuguesa por el sur, todo el movimiento económico se encontraba en el Norte ya que la ruta que traía el metal de las minas del Alto Perú (hoy Bolivia) atravesaba Jujuy, Salta y Córdoba hasta llegar al puerto de Buenos Aires. Salta era, entonces, un punto vital en la guerra por la independencia.

Las minas de la ciudad de Potosí eran el recurso estratégico de la época y por eso Mariano Moreno proyectó en el Plan de Operaciones enviar un ejército hacia esa zona para garantizar el abastecimiento económico de la Revolución y poder lograr un desarrollo regional. Esto es importante porque después en 1825, cuando los intereses del puerto de Buenos Aires y de la llanura pampeana se impusieron durante la presidencia de Bernardino Rivadavia, se produjo un hecho único en la historia, en donde desde Buenos Aires se rechazó el pedido de incorporación a ese territorio del Alto Perú que había sido liberado por el hombre de confianza de Simón Bolívar, el mariscal Antonio Sucre.

Este hecho marcó un límite para la historia de nuestro país, ya que se dejó afuera del mismo un sector importantísimo en lo económico y, definitivamente, el centro económico y productivo pasaría por quienes fueran los dueños de la tierra en la pampa y el litoral argentino.