El espacio fue acondicionado para la rehabilitación de pacientes.
Hace cuatro años que el servicio de Salud Mental del hospital General Las Heras de Tupungato trabaja con los talleres terapéuticos, que invadieron de ‘vida’ esta plazoleta. Con este tipo de abordaje han conseguido grandes avances tanto en situaciones de crisis como de rehabilitación.
«Ahora el desafío es crear emprendimientos sociales productivos. Lo pensamos como una cuestión laboral, pues muchos de nuestros pacientes sufren la exclusión social. Es la pata que nos está faltando, que ellos ocupen un lugar activo en la economía social», explica la jefa del Servicio, Alejandra Castrillejo.
Por años, este espacio público lució abandonado y oscuro, por lo que se había constituido en un escenario de consumo. El año pasado, este grupo propuso apropiarlo comunitariamente. Pintó sus paredes, arregló sus canteros y lo declaró el «Jardín de la gente». Esta vez, lo equipó con un pintoresco árbol navideño y con una serie de juegos para los más chiquitos. Fue una nueva edición del Saludarte, la mejor manera de cerrar el año.
Este equipo no trabaja «buscando víctimas ni victimarios». No aborda la problemática desde una perspectiva judicial, sino desde la salud mental y la construcción de vínculos. «Cada uno debe elaborar lo que uno elige. Nadie está exento de pasar por un evento violento», explica el profesional, quien recordó que se puede dar aviso de forma anónima de estas situaciones al 102, la ‘Línea de los Chicos’.
Bailando bachata, jugando a la ‘oca’ pintada en las baldosas, compartiendo jugo y tortitas, con números folclóricos, charlas y compartida de trabajos, los tupungatinos volvieron a valorar el trabajo de estos talleres; que se han convertido en ‘espacio de vida’ para la comunidad.
Fuente: Gisela Manoni – diario Los Andes